250 gr. harina de fuerza250 gr. harina reposteria200 ml. leche50 gr. azúcar2 cucharadas de azúcar invertido1 sobre de levadura seca panaderia150 gr. puré de calabaza1/2 cucharadita de canela1/2 cucharadita de nuez moscada35 gr. mantequilla en dados1 huevo
Lo primero que haremos será tamizar las harinas, el azúcar, con las especies. Mezclamos la leche tibia con la levadura seca, hasta que se disuelva. Añadimos esto a los ingredientes secos anteriormente tamizados, junto a dos cucharadas de azúcar invetido. Agregamos el huevo y el puré de calabaza. Amasamos todos con el robot de cocina o panificadora durante diez o quince minutos, aproximadamente. Por último añadimos la mantequilla y amamos de nuevo hasta integrar la mantequilla en la masa. Nos quedará una masa pegajosa pero elástica. La extendemos con el rodillo sobre papel de cocina, y la dejamos en el frigorífico durante una hora. Pasado ese tiempo, la sacamos y cortamos los donuts con un aro, cuando tengamos los donuts cortados, los dejamos reposar durante 45 minutos en un lugar cálido.
Calentamos en una sartén aceite, y freimos los donuts, que habrán doblado su volumen en el reposo.
Decoramos con glaseado.
No os digo que están riquisimos porque ya se aprecia en la foto, vamos, para comérselos y chuparse los dedos. Con una combinación de sabores un tanto atípica para ser un donuts. Hay que salirse de lo convencional de vez en cuando.