Se fue.
Se fue con todos sus quirófanos, con sus largas tardes de Tesis Doctoral, con sus charlas como gurú del dospuntocerismo sanitario, con sus enamoramientos plomizos de verano y llevándose con él a personas maravillosas que te traen tarta de frambuesas cuando tienes el frigorífico vacío y te llevan a la playa cuando estás a punto de tirar tu investigación por la ventana.
Se fue, se llevó todas esas cosas y me dejó a cuatro meses y medio del fin de mi residencia; ante la amenaza del paro en un país que no pasa por sus mejores momentos para apostar en la contratación de jóvenes médicos.
Pero 2011 nos dejó algo a todos, algo que debemos conservar. Se trata de ese sentimiento de crítica hacia el Gobierno que nos faltó en una ocasión. Da igual que haya sido Rajoy, o que hubiera sido Rubalcaba; las personas en las que recaen los cargos de Ministro se cuestionan y las políticas de recortes se refutan con argumentos fundamentados.
Había olvidado que con el 2011 se fue también el año del 15-M, y con él la placa que popularmente había sido colocada al pie de la estatua de la Puerta del Sol y que permaneció allí hasta que en algún momento fue retirada bajo la orden de alguien que tuviera autoridad para hacerlo.
Aunque ya no haya placa, da igual. El mensaje de ella ha quedado grabado en muchos corazones. Ojalá el 2012 no lo borre y haced un esfuerzo por recordarlo:
"DORMÍAMOS, DESPERTAMOS".