Continuando con el post sobre etiquetas ambientales del mes de julio, donde explicaba su utilidad y enumeraba las principales etiquetas ambientales relacionadas con la construcción, quiero hoy añadir dos más:
- La etiqueta ambiental francesa sobre emisiones al aire interior (Émissions dans láir intérieur)
foto: eco-INSTITUT GmbH
- El sello de verificación “GEPRÜFT UND EMPFOHLEN VOM IBR”, o como se conoce más comúnmente, el certificado IBR de los materiales.
foto: Institut für Baubiologie
Ambas etiquetas ambientales no fueron nombradas en el post anterior porque sus características especiales e incluso novedosas (especialmente en España) las hacen merecedoras de una explicación más amplia.
La importancia de estas etiquetas ambientales reside en que se otorgan a aquellos materiales de construcción que contribuyen a un hábitat sano y respetuoso con el medio ambiente, de forma que dan la posibilidad al consumidor consciente de la salud y preocupado por la defensa del medio ambiente, de protegerse en su entorno residencial, ante los efectos nocivos sobre la salud de los materiales de construcción y decoración que introduce en su vivienda o lugar de trabajo.
foto: www.mazzaliarmadi.it
ÉMISSIONS DANS LÁIR INTÉRIEUR: la etiqueta ambiental francesa sobre emisiones de COV al aire interior
Desde enero de 2013, todos los productos de la construcción y decoración que se comercialicen en el mercado francés deben disponer de esta nueva etiqueta ambiental.
Esta ecoetiqueta identifica los productos con una clase de emisiones (A+, A, B, C) en base a los resultados de las pruebas de emisiones de COV (Compuestos orgánicos volátiles) según la serie de normas ISO 16000.
Se establecen unos valores límite de las clases de emisiones que se refieren al valor acumulativo de las emisiones totales, así como las 10 sustancias nocivas que deben evaluarse y que son:
- Formaldehído
- Acetaldehído
- Tolueno
- Tetracloroetileno
- Xileno
- 1,2,4- Timetilbenceno
- 1,4- Diclorobenceno
- Etilbenceno
- 2-butoxietanolo
- Estirol.
Con A+ se marcan todos los productos que prácticamente no tienen emisiones, mientras que con la letra C se califican a aquellos productos con valores de emisión tolerables. Los productos cuyas emisiones superen notablemente estas cotas no deben ponerse en circulación en Francia.
Lo que aquí en España es un deseo de futuro para muchos de nosotros, es una realidad en el país vecino.
El sello de verificación “GEPRÜFT UND EMPFOHLEN VOM IBR” del Institut für Baubiologie Rosenheim GmbH
Esta etiqueta ambiental, conocida en España como certificado IBR de los materiales, se otorga e a los productos que garantizan un hogar seguro desde el punto de vista bioconstructivo y, al mismo tiempo, la protección del medio ambiente.
Se trata de una etiqueta ambiental neutral que no esta financiada ni por publicidad ni por grupos de interés, lo que lo hace transparente y fiable para los consumidores. Es además un reconocimiento que incluye además de una serie de pruebas iniciales, un seguimiento posterior de producto. Tanto las pruebas a realizar como el tipo de seguimiento varían según el producto y las propiedades de los materiales.
foto: Redwell
A modo de resumen, se realizan pruebas de radioactividad, de sustancias orgánicas peligrosas, biocidas, bifenilos policlorados, de metales pesados, de sustancias orgánicas volátiles, de partículas finas, de formaldehído, etc…, así como una serie de pruebas adicionales tan interesantes como la compatibilidad biológica (Test de Ames) o el comportamiento electrostático entre otras.
En conclusión, la próxima vez que se os presente la necesidad de construir o redecorar vuestro hogar o lugar de trabajo, buscad y utilizad productos que dispongan de alguna etiqueta ambientale, de forma que os aseguréis de que no estáis introduciendo en vuestro entorno sustancias nocivas tanto para vuestra salud como para el medio ambiente.
foto: www.mazzaliarmadi.it
Es cierto que en España son todavía pocos los productos que disponen de estas etiquetas ambientales, pero los hay, así que no hay excusa para no utilizarlas y si muchas razones para hacerlo. Razones de salud y ambientales… porque los consumidores son los que demandamos un tipo de producto u otro, así que cuanto más se demande que los materiales de construcción sean sanos más empresas serán las que se pongan las pilas y reaccionen ante lo que debe ser el futuro de la construcción: proteger la salud de sus ocupantes y la del medio ambiente.