Recomiendo la lectura cronológica, es cierto que cada libro es una historia policíaca diferente pero los personajes se repiten, es bueno ver el desarrollo de su vida personal en orden.Empezamos con el primero de la saga, La mujer que arañaba las paredes.
Carl Mørck, es un policía atípico, huraño, irónico, un poco desganado por sus circunstancias personales y el último varapalo con sus compañeros policías, incluso a veces puede hacer alguna cosa con desidia aunque es un buen policía que no se lleva bien con casi nadie por su carácter, carácter que saca ante sus jefes sin importarle las consecuencias. Me gusta que no sea un policía ideal y perfecto porque esto da pie a un personaje con el que puedes sentir más afinidad. Aunque no iguales era fácil sentir simpatía por Kurt Wallander ( Henning Mankell) porque era un anti heroe aquejado de diabetes por su mala vida. Me gusta que la historia cuente el trabajo policial, como cada paso de la investigación es importante, que no hay que dar nada por supuesto y que tienen que hacerse todo tipo de comprobaciones. El Departamento Q tiene como objeto investigar casos que se cerraron sin resultado, hay un expediente pero Carl hace de nuevo el trabajo policial. Es un policía sagaz, inteligente al que se intenta relegar al sótano, al departamento Q. Otro de los personajes que me han gustado es Assad, un sirio exiliado que se convierte en el ayudante de Carl Mørck, es un hombre muy sagaz que hace las cosas a su manera, en principio parece no tener preparación policial aunque luego se va desvelando pequeños detalles que hacen entrever que tiene algún tipo de preparación, son personajes muy distintos pero que encuentran la armonía a lo largo de la historia consiguiendo complementarse perfectamente. Creo que es un personaje muy bien caracterizado y que es importante en la trama, es muy carismático y puede parecer tierno y bonachón aunque a veces tiene un punto exaltado, explosivo y complementa perfectamente al otro.
Una buena novela que recomiendo.
Vamos a por la segunda, Los chicos que cayeron en la trampa
A finales de los años noventa, la policía encuentra, en una casa de veraneo en el norte de Dinamarca, a dos hermanos adolescentes brutalmente asesinados. Han sido golpeados, torturados y violados sin compasión. La investigación policial apunta a que los culpables pueden hallarse entre un grupo de jóvenes de buena familia, hijos de padres exitosos, ricos, cultos. Sin embargo, el caso se cierra muy pronto por falta de pruebas concluyentes hasta que, pocos años más tarde, uno de los sospechosos se entrega sin razón aparente y confiesa el crimen. Supuestamente, el misterio se ha resuelto. Pero entonces ¿por qué los archivos del caso aparecen veinte años después en el despacho del inspector Carl Mørck, jefe del Departamento Q? Al principio Mørck piensa que el caso está ahí por error, pero pronto se da cuenta de que en la investigación original se cometieron muchas irregularidades…
Mi opinión: Otra buena novela aunque para mi menos resultona que la primera. Tal vez el problema que he visto con esta segunda entrega del Departamento Q, es que no hacía ni diez días que había leído la primera novela, que como os he dicho es muy ágil y por tanto igual esperaba algo así por eso esta me ha parecido algo más floja que la anterior aunque igualmente la recomiendo pues hará las delicias de los amantes de la novela policial, la trama está bien contada y se va deshilando perfectamente. Es una buena historia con unos malos malísimos y en los que podemos ver que bajo puede caer el ser humano, tal vez es una historia menos trepidante pero está bien contado y me ha gustado ver como se profundiza en el personaje Carl Mørck,enseñándonos un poquito más de él y Assad. Además, en esta entrega hay una nueva incorporación al Departamento Q, incorporación que creo que va a dar mucho juego. La lectura de esta segunda novela me hace recomendaros de nuevo que las leáis en orden.
¡Os recomiendo la lectura!