Hoy es día de resaca electoral, de políticos en la palestra, con sonrisa forzada, intentando la “cuadratura del círculo” con argumentos retorcidos en búsqueda siempre de explicar el éxito. Día de dimisiones cantadas y de curiosas paradojas.A este país le gusta ir con el paso cambiado. No solo en el huso horario sino también en los gustos políticos. Ayer, en las elecciones al Parlamento Europeo, un paroxismo se extendió sobre el continente: el avance de la ultraderecha política y el euroescepticismo generalizado. Menos aquí, en la “piel de toro” que la gran eclosión fue un rotundo “PODEMOS” situado en el espectro ideológico contrapuesto. Malos siempre fueron los extremos.Pero hay más paradojas. Un Pablo Iglesias (Turriòn), joven y romántico paladín de causas hermosas (me recuerda muchísimo a los líderes asamblearios de mi Facultad vendiendo un “mundo perfecto”) robando sufragios a puñados a un partido fundado por otro Pablo Iglesias (Possè),y doblegando a su Secretario General. ¡Que paradojas tiene el destino histórico !He leído con detenimiento su programa político. Lleno de “causas nobles” pero a priori pérdidas. Buenos propósitos e ideas bonitas. En un estado del “bienestar” que poco a poco se marchita, suenan a gloria promesas inauditas. Todo el mundo con su sueldo, con sus sueños y hasta con agua bendita…Lo que pasa que ya tenemos muy curtida la epidermis y hace tiempo que sabemos que “predicar es mucho más fácil que dar trigo”. Eso le escuche siempre a mi abuelo. Y de trigo sabía mucho el viejo campesino.
Hoy es día de resaca electoral, de políticos en la palestra, con sonrisa forzada, intentando la “cuadratura del círculo” con argumentos retorcidos en búsqueda siempre de explicar el éxito. Día de dimisiones cantadas y de curiosas paradojas.A este país le gusta ir con el paso cambiado. No solo en el huso horario sino también en los gustos políticos. Ayer, en las elecciones al Parlamento Europeo, un paroxismo se extendió sobre el continente: el avance de la ultraderecha política y el euroescepticismo generalizado. Menos aquí, en la “piel de toro” que la gran eclosión fue un rotundo “PODEMOS” situado en el espectro ideológico contrapuesto. Malos siempre fueron los extremos.Pero hay más paradojas. Un Pablo Iglesias (Turriòn), joven y romántico paladín de causas hermosas (me recuerda muchísimo a los líderes asamblearios de mi Facultad vendiendo un “mundo perfecto”) robando sufragios a puñados a un partido fundado por otro Pablo Iglesias (Possè),y doblegando a su Secretario General. ¡Que paradojas tiene el destino histórico !He leído con detenimiento su programa político. Lleno de “causas nobles” pero a priori pérdidas. Buenos propósitos e ideas bonitas. En un estado del “bienestar” que poco a poco se marchita, suenan a gloria promesas inauditas. Todo el mundo con su sueldo, con sus sueños y hasta con agua bendita…Lo que pasa que ya tenemos muy curtida la epidermis y hace tiempo que sabemos que “predicar es mucho más fácil que dar trigo”. Eso le escuche siempre a mi abuelo. Y de trigo sabía mucho el viejo campesino.