Tras soportar un asedio de cinco días y cinco noches, Silam, la última ciudad del antiguo imperio arkaniano, ha caído. Lostar, el rey invasor, ha asesinado al rey Diore y capturado a su esposa. No a sus dos hijos, Nilo y Lea, que se han refugiado en las minas. Sin embargo, Nilo muere víctima de una explosión. Lea está sola.
Huir, salvar la vida, obtener socorro antes de que anochezca: Lea sabe lo que tiene que hacer, aunque no sospecha qué puede encontrar...
«Me llamo Zágor. Quisiera que vinieras conmigo. Te darás cuenta además de que tener la ayuda de los dragones de Xinji podría ser una gran ventaja para ti.»
¡Un dragón! Y no uno cualquiera, uno que conoce la lengua de los hombres.
Lea ha oído historias de luchadores entrenados por dragones y convertidos en combatientes imbatibles. Por eso, lejos de arredrarse, propone un trato: si hacen de ella una guerrero Dragún, acabará con Vlaken, el monstruo que les expulsó de la isla de Xinji.