Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y
socorrer a un alma y aprenderás que amar no significa APOYARSE, y que
compañía no siempre significa SEGURIDAD. Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas. Comenzarás
a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con
la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y aprenderás a
construir hoy todos tus caminos, porque el termino mañana es incierto
para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en vacío.
Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones
demasiado. Aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte
alguna vez y necesitaras perdonarlas. Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma... (W. Shakespeare)