Nos perdemos en la superficialidad, sin querer buscar la luz que nos guía.
Desde que te conocí, tu luz me mostró el camino, camino natural que lleva a la inocencia, camino natural que lleva a tu propia esencia...
Sin ti, no sería lo que hoy soy, en mi nombre y en de tantas almas que has iluminado con la sabiduría que tu madre te ha inculcado, te doy las gracias soberana!
La vida, en ti, ha sembrado su escuela, has aprendido casi todo lo que te ofrece fortuitamente, que solo unos pocos aprendices aprenden.
Gracias, te guardo el cariño merecido , que será eterno...