Los beneficios de un buen descanso nocturno son muchos: vuestro humor, concentración y creatividad, vuestro rostro (y piel) y por descontado, vuestra salud os lo agradecerán!!!
Pero no siempre es posible. Casi seguro que alguna vez habéis tenido problemas para conciliar el sueño. ¿No os ha pasado alguna vez? Algún problema sin resolver, un trabajo estresante, (o la falta del mismo), una cita especial, o una discusión con vuestra pareja… hay decenas de razones que pueden hacer que el sueño se nos escape.
Además de contar ovejitas hasta quedaros dormiros, algunos consejos para facilitar que el sueño no pase de largo en vuestra cama, pueden ser:
Acostumbraos a ir a dormir a la misma hora, para no romper vuestro ciclo de sueño.
Una hora antes de acostaros, podéis tomar un vaso de leche caliente con un poquito de miel o una galleta, ambos ricos en triptófano, precursor de la melatonina, una hormona que producimos entre otras cosas, para ayudar a nuestros cuerpos a regular sus ciclos de sueño.
Podéis utilizar la aromaterapia, acondicionando vuestro entorno con aceites esenciales de lavanda, sándalo, manzanilla o cedro. Todos ellos tienen propiedades relajantes, siendo ideales para ayudar a conseguir un sueño más relajado y profundo.
De la misma manera, podéis aplicar en la piel (detrás del lóbulo de las orejas, en la sien y en las muñecas) unas gotas de alguna loción o aceite relajante. (Y de paso unas gotas en vuestra almohada).
Realizad algunos ejercicios de respiración media hora antes de ir a dormir, mientras escucháis alguna suave y relajante. (Ya os daré algunos ejemplos en otro post).
Acostumbraros a leer un libro hasta que os entre el sueño. Cuando se os cierren los párpados, dejad el libro en la mesita de noche y dejad la lectura para la noche siguiente….