Dumbo nos enseña a volar

Publicado el 11 abril 2019 por Killfreepress
Fantasía. Es el valor más reclamado últimamente a través del cine. En los últimos años, muchos de los clásicos del cine animado se han innovado presentándose nuevas versiones en el cine con una evolución en diseño de producción evidente. Algunas más acertadas que otras, las adaptaciones buscan ofrecer una versión más actualizada, incluso cambiando prácticamente toda la trama, pero manteniendo la esencia de la original. La última ha sido la del inigualable elefante con orejas gigantes que vuela con ellas por encima de las cabezas de los espectadores haciéndoles sentir que nada en esta vida es imposible.
Muchos crecimos con el entrañable Dumbo y su mensaje con una gran carga de valores, y con esta adaptación, volveremos a experimentar el sentido de la palabra ilusión. Es posible que al salir del cine tengas la sensación de haber consumido setas alucinógenas porque experimentarás resaca emocional durante, por lo menos, la media hora después. El contacto con la vida real después de ver la película puede ser hasta perturbador. Es el efecto que crea Tim Burton con sus obras.
El inimitable director ha vuelto a trabajar con Disney, como hizo anteriormente con otros clásicos como Alicia en El País de las Maravillas. Burton, si tiene alguna marca identificable en sus trabajos, es claramente la parte oscura que ofrece de todas las historias. Las sombras que deja entrever en cada una de sus películas son la clave para reconocer la obra del director y el sentido que le da a cada una de ellas.

Sin embargo, en su último trabajo, aunque sí existe claramente una parte de tenebrosidad acompañada de la puesta de escena de los personajes antagónicos, es bastante más sutil de lo que nos tiene acostumbrados. La figura del mal está presente, como debe ser, (si no hay antagonista, no existe ninguna historia), pero su carácter tétrico parece estar algo más rebajado.
Si hay un recurso de la película que destaca claramente sobre los demás es su espectacular estética. El diseño de arte y producción es de un nivel exquisito y meticuloso.  Es de tal calidad que en ningún momento te cuestionas que Dumbo no sea real. Gracias a ello, las escenas se vuelven un deleite para los espectadores que disfrutan de un protagonista lleno de ternura y que, con su voleteo de orejas nos evoca a tiempos anteriores en los que, durante nuestra niñez, poseíamos una fuente interminable de espíritu soñador.
La historia tiene poco que ver con la original, pero la idea de convertir aquello impensable en una realidad está constantemente presente a lo largo de la película. Burton ha querido enfatizar en el mensaje de "nada es imposible", poniendo las palabras en la boca de hasta el propio antagonista de la historia, dando una vuelta de 180 grados y rompiendo los esquemas de lo que nos tienen acostumbradas las historias Disney. Para dejarlo claro el personaje dice hasta en dos ocasiones "nada es imposible", incluso de forma más explícita le llega a decir al personaje de la niña (uno de los más importantes de la peli), que nadie le diga nunca que no es capaz de hacer algo y que en esta vida todo es posible. Sorprendente que el enemigo envíe un mensaje tan esperanzador y motivador. Ideas contradictorias en las que nos envuelve en una atmósfera ensortijada Burton.
A pesar de ser una historia simple con pocos personajes, al de la niña no hay que quitarle el ojo, porque sin duda es uno de los más interesantes y novedosos de las adaptaciones Disney. Si bien se han presentado previamente personajes con inquietudes y con un carácter altamente resolutivo, esta vez la intención de Burton por ofrecer un papel inspirador es más clara. La niña, que será una de las protagonistas es la representación de una futura Marie Curie y muestra el interés de un personaje femenino por la ciencia en el siglo XIX. Sin lugar a dudas, un personaje muy pensado por Burton y nada aleatorio que quiere conectar un cuento tan longevo como es Dumbo y que, se inspira en dos siglos atrás para hacer un pequeño homenaje a la toma de conciencia actual del papel de la mujer en la sociedad.
Las características tan particulares de este personaje, junto a los razonamientos y acciones que llevan a cabo los dos niños, lanzan al espectador de manera indirecta el aviso de que a veces hay mayor lucidez en el mundo de los niños que en el de los propios adultos. La ceguera que sufren los personajes que representan el mundo de la madurez por culpa de la ambición y preocupaciones como los negocios y el dinero, clarifica la sencillez de los niños para abordar temas diarios sin verse envueltos en conflictos de intereses económicos ni conflictos sociales. La inocencia de la infancia parece ser la solución a problemas creados por el mundo de los "mayores".
La historia narrada va siendo un descubrimiento para el público a medida que avanza, porque es contada de manera muy diferente a la que nos tiene acostumbrados. Aun así, hay guiños al clásico de Disney. Siendo fiel a escenas de la original, el momento más espectacular de la película es la aparición de burbujas gigantes con forma de elefantes rosas que crean un desfile impresionante lleno de magia y efectos especiales. Los espectadores vivirán su momento de máxima sensiblería cuando vean cómo Dumbo contempla este espectáculo con admiración, demostrando que siente, padece y muestra sus sentimientos como si fuera una persona. Junto al ya mencionado diseño de arte y producción tan logrado, se consigue incluso humanizar un poco más al personaje y creer con total convencimiento de que es de carne y hueso.
El mensaje final es el más maravilloso y reivindicativo. La moraleja de que los animales deben ser libres y no permanecer en jaulas ni debutando en circos se presenta de la forma más desenfadada y natural que se podía. El hecho de hacer llegar la idea al público de forma positiva y sin ningún tipo de enfrentamiento es la mejor manera de terminar. Después del clímax, se desinfla la tensión para mostrar las dos caras de la moneda consiguiendo armonizar todos los acontecimientos que desencadenan en un desenlace redondo que te dejará con una paz interior que anhelabas hacía tiempo.