Para recuperar el ritmo, vamos con un piso con decoración nórdica fresca e informal, toda sobre una base de blanco&negro, pero... con toques mostaza. Lo digo abiertamente: antes odiaba el mostaza. En general, la gama completa de los tonos "amarillentos". No sé por qué, pero no me gustaban ni de pequeña (y yo era de esas que pintaba la falda de color naranja a juego con jersey fucsia... jajaja!). Vamos, que siempre me ha resultado un color demasiado intenso y no lo utilizo ni en moda, deco, ni nada de nada...
Sin embargo, reconozco que los toques mostaza en el salón del piso de hoy son geniales y aportan alegría al resultado final de diseño. Lo hacen más acogedor y menos impersonal. Son cálidos.
Y vosotras... Sois de mostaza o no??
Buen miércoles.
Coralia.