En el barrio latino fuimos a una crepería, Crepêrie de Cluny, ubicada en 20, rue de la Harpe 75005 Paris - 01 43 26 08 38
Mi opinión es buena, la comida está rica y a un precio asequible, pero las mesas son un poquito pequeñas.
Cuando fuimos a visitar el palacio de Chantilly comimos en un restaurante muy chulo llamado Le Bouchon Gourmand - 22 rue du Connétable 60500 Chantilly - 03 44 57 02 25
Comimos súper bien, el menú del día es lo que veis en la imagen, y doy fe de que la pinta de los platos y el sabor de los mismos iban al unísono.
El día de las compras acabamos comiendo en un bistro muy céntrico, en frente de la plaza de la República, Bistro Romain.
Parece ser, que el restaurante donde comimos lo han cerrado. Es una lástima, pues tenía un ambiente muy particular por su localización y la música ambiente en vivo. Estuvo muy bien, además es de estos restaurantes donde ponen buenas raciones, nada de comida de autor con la que tienes hambre solo con ver las minúsculas raciones.
Otro día que acabamos por el centro fuimos a un restaurante de comida tradicional japonesa cercano a la Ópera llamado HIGUMA.
A ver, la comida estaba muy buena y los platos estaban colmados, pero acceder al restaurante fue una odisea. No sé, no me gustó compartir mesa con desconocidos y, a parte los camareros no eran muy agradables. La comida era barata y estaba buena, pero no me terminó de convencer....
Una noche fuimos a cenar a un restaurante japonés ubicado en el barrio de Montrouge. No tengo foto de la cena, pero estaba muy buena. Era un local tranquilo, la comida estaba buena, la calidad/precio estaba bastante bien y el trato de los camareros fue todo lo contrario a Higuma, incluso nos obsequiaron con el postre. Nada que ver con el anterior. El restaurante se llama SAYURI.
Y para dar el toque matutino voy a dar mi opinión sobre una cafetería donde desayunamos un día, también está ubicado en Montrouge llamado La Quincallerie Generale.
Partiendo de que el café no es el fuerte de las cafeterías en París, en su conjunto el desayuno estuvo bien. Pero repito, el café está mejor en España. No hay color.
Tomamos una "formule" de desayuno, que constaba de café con una pasta, una tostada de pan con mantequilla fundida y la mermelada aparte, un cruasán artesanal y un zumo de naranja exprimido en el momento. La cafetería es muy bonita, tiene una estética como si fuera una fábrica de principios del siglo XX en tonos marrones y cobres. Tuvimos la suerte de acoplarnos en el único "chester" y disfrutamos del desayuno tanto que por poco nos dormimos.
Y ya está la entrada de hoy, espero que os sirva de referencia para posibles escapadas parisinas.