Eclampsia canina

Por Jgallego19

Llamamos eclampsia canina a la aparición repentina de unos síntomas potencialmente mortales, debidos a unos niveles bajos de calcio (hipocalcemia), en perras que han dado a luz tres semanas antes o menos.

Una eclampsia puede ocurrir en cualquier momento durante la lactancia, pero es más probable que ocurra en las primeras tres semanas en las que el animal está amamantando a sus cachorros.

Este trastorno se presenta con mayor frecuencia en perras de pequeño tamaño con camadas numerosas, pero puede ocurrirle a cualquier perra después del parto.

Síntomas de la eclampsia canina.

Los síntomas de la eclampsia canina incluyen:

  • Jadeos
  • Agitación
  • Rigidez muscular y temblores
  • Dificultad para levantarse
  • Convulsiones

La eclampsia nunca se produce antes del parto. Ocurre muy raramente en gatas, pero sí que es muy común en perras.

Causas

La causa de la eclampsia es una repentina transferencia del calcio de la sangre de la madre a la leche. Mientras que ésto es muy beneficioso para los cachorros, la madre puede experimentar una caída brusca de los niveles de calcio en la sangre (hipocalcemia), lo que llevará al animal a sufrir una serie de trastornos que comenzará con los síntomas descritos anteriormente.

Hay muchos factores adicionales que contribuyen a este trastorno, como la mala alimentación o la administración excesiva de suplementos de calcio durante la gestación, que pueden alterar el equilibrio del mismo y predisponer a la eclampsia.

Vivir con el diagnóstico.

La eclampsia canina es una condición seria, potencialmente mortal, pero es una condición temporal que no deja secuelas permanentes y no requiere tratamiento continuo si se detecta en las primeras fases.

Deberás seguir las instrucciones del veterinario sobre la alimentación manual de los cachorros, si es necesario, para así disminuir la carga de la producción de leche y disminuir la cantidad de calcio que es transferido desde el cuerpo de la madre a la leche.

La eclampsia puede reaparecer con camadas posteriores.

Para prevenir esta enfermedad es importante que la perra tenga una dieta nutricional equilibrada durante el embarazo y la lactancia. Para asegurarte de que esta dieta se consume, los cachorros pueden ser retirados por un corto período de tiempo varias veces al día, mientras la madre come.

Deberás ofrecer gradualmente a los cachorros alimentos sólidos a partir de aproximadamente sus tres primeras semanas de vida mientras están mamando, para comenzar con el destete.

Tratamiento.

La eclampsia puede progresar rápidamente y puede ser fatal si no es tratada. Por lo tanto, el tratamiento debe comenzar inmediatamente.

El calcio (gluconato) se administra por vía intravenosa, muy lentamente y con un cuidadoso control (porque el exceso de calcio por vía intravenosa también es potencialmente muy peligroso) hasta que los signos clínicos se resuelvan.

Cuando el animal tiene los niveles de glucosa en sangre bajos (hipoglucemia), se tratará con dextrosa, que se puede administrar por vía oral o por vía intravenosa. 

Si tu perra sufre de convulsiones y éstas no remiten con el suministro de calcio y dextrosa, se le podría administrar un medicamento anticonvulsivo.

Dependiendo de la edad, los cachorros pueden necesitar ser destetados y alimentados a mano para reducir la fuga de calcio en la madre provocada por la alimentación de los cachorros.

Cuando la perra se está recuperando de la eclampsia y ya está estable, deberá tomar complementos de calcio. Necesitará, además, dosis calculadas y controladas cuidadosamente de vitamina D, para ayudar al cuerpo a absorber el calcio. Una dieta equilibrada es importante y puede evitar la necesidad de suplementos de vitamina D.

Puntos a tener en cuenta:

  • A pesar de la emoción del proceso del parto, no hay que perder de vista los posibles síntomas hasta tres semanas después del alumbramiento, como irritabilidad, espasmos musculares, o cualquier otro descrito anteriormente que pueda indicarnos el comienzo de la eclampsia.
  • La intervención temprana es un factor determinante y una manera importante de evitar la eclampsia.
  • Tienes que informar a tu veterinario si tu mascota nunca ha sido diagnosticada y tiene cualquier síntoma.
  • Debes darle el medicamento exactamente como lo indique el veterinario. Si estás preocupado por que no aprecias mejoría, consulta siempre al veterinario, nunca interrumpas ni intensifiques el tratamiento.
  • Alimenta a tu perra durante el embarazo y el período de lactancia con una dieta equilibrada, asegurándote de que siempre tenga acceso a algún alimento dulce.

Restricciones.

  • Nunca debes dar calcio a tu perra durante el embarazo, ya que puede perturbar el equilibrio normal del calcio en el cuerpo, lo que realmente hace la eclampsia más probable.
  • No des suplementos de vitamina D a tu perra embarazada por tu propia cuenta; hazlo sólo si te lo ha indicado tu veterinario.
  • No permitas a los cachorros reanudar la toma de leche de su madre, si tu veterinario ha señalado que no deben hacerlo.

¿Cuándo llamar al veterinario?

  • Si no pudieses darle los medicamento según las indicaciones.
  • Si disminuye el apetito del animal.
  • Si eres incapaz de alimentar a los cachorros por tus propios medios sin ayuda de la madre.

Signos que hay que vigilar.

Para estar atento a una posible eclampsia en tu perra, debes vigilar:

  • Si la perra después del parto jadea, está nerviosa, tiene paso torpe o con rigidez, rigidez muscular o temblores, incapacidad para levantarse, convulsiones, etc.
  • Si, durante la gestación y la lactancia, a tu perra le disminuye el apetito, tiene mucha debilidad o tiene vómitos.

Seguimiento de rutina.

Una visita de seguimiento a menudo es necesaria para medir el nivel de calcio en la sangre.

Información adicional.

Debes tener en cuenta que la eclampsia en las perras no es la misma enfermedad que la que se puede dar en las mujeres embarazadas. En las mujeres, esta enfermedad se asocia con problemas de riñón y una incapacidad para regular la presión arterial del bebé antes de nacer.

Ambas enfermedades tienen el potencial de convulsiones en común, pero son cosas muy diferentes.