He estado unos días apartado del blog, nada grave amigo lector, simplemente he ocupado el tiempo en una pequeña locura, algo que hace doce meses me hubiera parecido una absoluta quimera, pero que cada día que pasa, va tomando una forma mas agradable y amena. Soy un tipo austero, incluso a veces con el vino, pero en las últimas saturnales, me hice un pequeño regalo, un micrófono de algo más calidad que aquel con el que aparezco en los videos de los #wineinspirers. Cuando me escuchaba mientras el monte me abrazaba, no me podía enterar siempre de lo que decía, a veces por culpa de unos micros sencillos de móvil, a veces por mi propia timidez verbal. Así que, entre vino y vino, en mi cabeza se hacía más grande la idea, el reto, la temeridad, de empezar a grabar un pódcast.
El tema no será el vino, hay pódcast sobre vinos muy interesantes, pero quería hacer algo diferente, y cuando esto escribo, ya te puedo contar que tengo 6 episodios grabados, y que la fecha de la publicación del episodio 1, probablemente sea a finales de marzo, en una fecha muy especial. Aún me da rubor hablar de ello, pero estoy contento. A veces enfrentarse cara a cara a tus miedos y debilidades, asomarse al precipicio de la timidez, es la única manera de sacarse la neura de encima. Estoy seguro que, la misma Euterpe, guía mis palabras, y que Atenea aclarará mi camino hasta terminar la obra iniciada. Espero que, en esta ocasión, brindéis conmigo con este vino de los arribes del Duero, para que no desfallezca en el trabajo asignado, cuál Hércules.
El Ecléctico Lías 2020 está elaborado por la Bodega El Hato y el Garabato, desde Formariz, Zamora, y pertenece a la D.O. Arribes del Duero. Ya hemos hablado en entradas anteriores de esta bodega familiar, aquí podéis encontrar más información. La historia tras los dueños de la bodega es deliciosa, una aventura que también tiene un poco de salto al vacío. Hace unas semanas estuvieron como invitados en el podcast de Alma Vinos Únicos, os dejo aquí en enlace de la entrevista, merece la pena. Este vino blanco que hoy os traigo, está elaborado con uva blanca llamada Puesta en Cruz o Rabigato, de origen portugués, procedente del material genético de la zona de Arribes, y que recupera el Itacyl con mimo y tiempo, siendo un vino muy singular, ya que no habrá muchos de esta variedad; tras un prensado directo, fermenta de forma espontánea, pasando posteriormente ocho meses de crianza en depósito, con sus lías, buscando una elaboración artesanal, marca de la casa. Este vino lo probé en noviembre y se vino conmigo de vuelta a casa.
Presenta un color dorado pálido, con restos de lías; buena intensidad en nariz, fruta blanca madura, con un leve punto cremoso, muy alejada de la nariz a la que estoy acostumbrado, ciertamente hace fe a su nombre, no apreciándose notas tropicales o especialmente cítricas, aunque si deja un leve regusto mineral, descoloca; buena entrada en boca, vino delicado, le afecta mucho la temperatura, y al haberlo bebido en enero, el primer día lo tomé demasiado frío, siendo al segundo día, oxigenado y a una temperatura ambiente (15 grados), cuando el vino mostró todo su potencial, buena acidez, mantiene su frescura intacta. Un vino curioso que anima a explorar, de una producción bastante limitada, apenas 2500 botellas. Muy bien, la verdad, aunque haya que tratarle con cariño.
R.
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