Si ya actualmente un posible Evento Adverso tiene una probabilidad media de ser objeto de reclamación mercantil o de denuncia judicial siendo esta probabilidad corelativa a la gravedad del efecto del evento adverso no creo descabellado que en un entorno en el que el ciudadano además de sus impuestos pague una tasa vinculada directamente a la atención que recibe esté más atento a reclamar la devolución de dicha tasa (e indemnizaciones correspondientes) si la atención recibida tiene resultados opuestos a los "acordados" con el proveedor.
Seguramente los servicios jurídicos de las administraciones sanitarias pueden estimar ya que coste tendría un aumento de reclamaciones de, digamos, un 15% sólo en lo que sería la tramitación de las mismas a lo que habría que añadir la carga administrativa de devolver la tasa en el momento en el que la justicia (o el arbitraje de consumo, si fuese posible acogerse a él) lo decidieran. Y el coste de intereses o de daños/perjuicios.
Podría argumentarse que ese sobre coste bien enfocado hacia las instituciones que prestan la atención sería un acicate para la mejora de la seguridad clínica pero se trata de un ejemplo inverso al que ocurre en USA donde demostrar que se han implementado las herramientas de seguridad del paciente si repercute en el cobro que se recibe de la administración por los casos en los que, pese a ello, ocurren eventos adversos. Es otro sistema en el que los costes se incrementan aún con más fuerza que aquí y no creo que deba ser el modelo a imitar por mucho que los altos sueldos de algunos sean tentadores para los de aquí.
En fin, que dejo el tema en el aire; ¿pueden las tasas sobre la asistencia significar un sobre coste en la sanidad?¿Pueden ser un acicate en la mejora de la seguridad clínica?¿ a nuestro SNS le va a salir ECNE en vez de acné como a los jóvenes adolescentes?