Ecosistema Urbano invitado a diseñar un centro experimental de educación infantil en Reggio Emilia

Por Ecosistemaurbano

Hace unas semanas nos contactaron de la Fundación Reggio Children invitándonos a participar en un concurso restringido para diseñar un nuevo centro experimental de educación infantil junto con otras 6 oficinas internacionales: Raumlabor (Alemania), Carlo Rati (Italia), 70ºN (Noruega), Francesco Librizzi (italia), ZPZ (italia) y Giancarlo Mazzanti (Colombia).

La semana pasada tuvimos la oportunidad de encontrarnos todos los participantes en Reggio Emilia con las personas responsables de la Fundación para recoger información y experimentar directamente el mundo pedagógico de Reggio Children. Un sistema educativo público, financiado por la ciudad de Reggio Emilia, que comenzó en los años 70 y que actualmente está formado por una extensa red de centros municipales de educación infantil repartidos por la ciudad. El pedagogo italiano Loris Malaguzzi es el impulsor de esta nueva forma más libre y creativa de potenciar las capacidades infantiles, fomentando la  escucha como actitud contrapuesta a la atávica incapacidad del hombre de poner atención y consideración a las palabras, y a las acciones de los niños.

Otros hallazgos de este sistema pedagógico en palabras de Sergio Spaggiari (director de las escuelas municipales infantiles de Reggio Emilia):

El redescubrimiento de la creatividad no como una facultad mental distinta, sino como una forma de ser y de pensar de todas las personas. La participación de las familias y la gestión social, que, abiertamente, han destruido la idea de separación de la escuela, de la familia y de la sociedad. La pedagogía de las relaciones, que ha exaltado la colectividad y la cooperación entre los niños y adultos, superando la idea de la escuela como lugar de aislamientos individualistas, tanto para quien enseña como para quien aprende…”

Después de recorrer algunos de los centros más representativos de esta red pública de escuelas infantiles, muchos de los visitantes quedamos impresionados con algunas de las escenas que pudimos experimentar en directo, viendo a los niños en un ambiente absolutamente creativo interactuando a la vez con herramientas analógicas y digitales incorporadas como un elemento cotidiano en el paisaje del aula. Dibujos, maquetas, proyecciones, webcams, photoshop… todo un entorno que promueve un aprendizaje experiencial. Niños y niñas de entre 3 y 11 años compartiendo conocimiento en un entorno sin discontinuidades espaciales ni compartimentaciones convencionales, llegando incluso a participar de la preparación de los alimentos que ellos mismos consumen y convirtiendo las cocinas de los distintos centros en aulas que forman parte de la experiencia educativa de Reggio Children. La visita terminó con un almuerzo en el comedor de uno de los centros, compartiendo mesa y alimentos con los niños de Reggio Emilia.

Más tarde, leyendo la documentación del concurso y la historia del “reggio approach”, comprendimos algunas otras cosas importantes. Vivimos rodeados de palabras que han perdido parte de sus significados gracias a una carrera absurda de marketing urbano (sostenible, smart, green, eficiente…), donde siempre hay mucha gente hablando pero muy poca practicando. A esto se suma la reciente oleada de recortes en sectores públicos fundamentales (educación, sanidad…)  que afectan seriamente a la vida en nuestras ciudades. En Reggio Emilia parece que tienen alguna idea clara al respecto y la ponen en práctica: ¡¡un tercio del presupuesto municipal se destina a educación!!