Edición singular de El baúl de viaje - Artículos - Edición singular

Por Eltiramilla

En la reseña de El baúl de viaje Louis Lambert es una chica de 12 años con una incomprendida pasión por la moda vintage. Sólo tiene un viejo vestido en su colección, pero planea ampliarla, así que cuando le llega la invitación para acudir a una liquidación de ropa antigua, no se lo piensa ni un segundo: necesita el traje perfecto para el baile del instituto. Lo que no sospecha es que ese vestido de ensueño la llevará hasta donde nunca hubiera podido imaginar: exactamente a la última vez que su dueña original se lo puso. La mujer en cuestión resulta ser la señorita Baxter, una actriz de cine mudo a bordo del transatlántico más famoso de todos los tiempos, el Titanic… y parece que Louis termina metida dentro de su cuerpo.

Lo primero que me sorprendió al comprar la novela fue que (al menos en la edición de El Corte Inglés) adjuntaba un cuadernito de notas del mismo estilo, donde citas de grandes diseñadoras de la moda como Diana Vreeland o Hilary Alexander van ayudando a entender un poquito a la protagonista cuando ni siquiera hemos empezado a leer su historia. “No puedo entender que una mujer salga de casa sin haberse acicalado un poco, aunque sea por cortesía. Y además, nunca se sabe, quizás ese día tenga una cita con el destino. Y conviene estar lo más guapa posible para éste”, Coco Chanel.

De lejos El baúl de viaje parece un libro más, de tapa blanda con un tono homogéneo morado oscuro y una sencilla ilustración en la portada. Sin embargo, al acercarnos se aprecia que la cubierta no es tan sencilla debido a las curvadas líneas estilo modernista en dorado y a las letras antiguas del título, estilo años 70.

Una vez se traspasa la puerta de los lomos, un espectáculo de colores emerge. En primer lugar los principios de todos los capítulos están indicados con colores: morado, verde y rojo. Al continuar leyendo, la ilustradora, una barcelonesa llamada Sandra Suy, nos ayuda a meternos en la historia desde el primer momento. Por ejemplo, cuando Louis Lambert recibe una carta invitándola a una liquidación de ropa vintage, las ilustraciones de Suy tientan tanto que logran que queramos ser nosotros los protagonistas para ir a la tienda a ver las ofertas (¿qué tal recortando a Louis y dibujándonos a nosotros en su lugar?). En todo momento vemos cómo se viste la joven Lambert: hoy unos pantalones pitillo, mañana un vestido de corte andrógino… y así, poco a poco, vamos introduciéndonos en el verdadero meollo. En mi humilde opinión los dibujos que más llaman la atención no son los impresionantes vestidos de ella y los tripulantes de clase alta del Titanic, sino los de las habitaciones del trasatlántico: dos páginas enteras para mostrarnos dónde y cómo vivía la señorita Baxter, llenas además de todo lujo de detalles a través de los trazos vibrantes de las acuarelas y los lápices de colores. Como decía, en el momento en el que Louis se confunde con la señorita Baxter hay una explosión de modelitos: vestidos de noche de seda blanca bordada con dragones, otro de embarazada color salmón o los fantásticos diseños de Lucile Duff-Gordon, la diseñadora favorita de la protagonista . A todo esto podemos añadir otros dibujos más sencillos: unas botas, un reloj, una esquina del tocador o una tarjeta de embarque para el R. M. S. Titanic.

Es cierto que el libro tiene un conflicto muy sencillo: el barco se hunde. Sin embargo, a pesar de su brevedad los lectores son capaces de sumergirse de lleno en la historia gracias a las preciosas y coloristas ilustraciones de sus hojas. Toda esta ambientación nos ayuda a conocer la mentalidad de la clase alta de la época (muy bien documentada, por cierto) y a entender como está viviendo la protagonista tanta elegancia a punto de “caer por la borda”, en contraposición con su humilde vida en casa.

En resumen, un total de 262 páginas que entran por los ojos desde el primer momento y que expresan perfectamente que leer es una experiencia de todos los sentidos, no sólo de la imaginación. Definitivamente Roca Editorial nos ha preparado una joyita especialmente dedicada a aquellas princesas y apasionadas de la moda. Enhorabuena por esta edición tan cuidada que hace que te quieras comer el libro.