Educar las emociones y la Inteligencia Emocional

Por Mundotlp @MundoTLP

Cada vez más, se introduce en los colegios talleres y actividades relacionada con la Inteligencia Emocional. Gracias al reconocimiento educativo y social de la teoría de las Inteligencias Múltiples de Gadner, se empieza a entender y a dar la importancia que realmente tiene, el hecho de enseñar a nuestros hijos que hay muchas maneras de ser inteligentes, y por tanto de resolver problemas. Se está consiguiendo que en el ámbito educativo se hable a los niños de sus debilidades y fortalezas, de manera que todos tienen su valor. Dentro de estas Inteligencias Múltiples está la Inteligencia Interpersonal e Intrapersonal, que dan lugar a la Emocional la cual se entiende como la capacidad de reconocer las emociones y sentimientos, saber ponerle un nombre a cada una y lo que es más importante, manejarlas y lidiar con ellas.

El éxito personal en niños

Actualmente, se entiende el éxito personal en niños como la capacidad de enfrentarse a conflictos cotidianos, establecer relaciones sanas y tener un buen equilibrio entre éxito académico y esfuerzo. Ya no solo importan las notas, como pasaba antiguamente, y lo que es más interesante, cuando un niño tiene dificultades escolares es importante descubrir los motivos que las causan, para poder trabajar sobre ellas y mejorar el rendimiento de nuestros hijos.La introducción de educación emocional en los colegios es positiva a corto y a largo plazo. En el corto plazo, se consigue disminuir los conflictos en el aula, crear mejor ambiente en clase y por tanto facilitar el aprendizaje. A largo plazo, se consiguen personas capacitadas para enfrentarse a las adversidades y vaivenes emocionales de la vida. Ante emociones fuertes como miedo, tristeza o frustración, tendrán herramientas no para evitar el sufrimiento o la adversidad, pero sí para defenderse y no hundirse.

Los primeros responsables de educar las emociones

Aunque los primeros responsables de educar las emociones son los padres en la familia, el colegio es el lugar imprescindible para tratar esta materia. Los niños en España pasan muchas horas al día en el colegio. Es aquí donde empiezan a socializarse. Por lo tanto es lógico que las escuelas apuesten por la educación emocional en el currículo.No hay edad para empezar a estimular la Inteligencia Emocional. Desde el principio, poniendo nombre a los sentimientos de los más pequeños. Se les puede explicar que lo que les pasa es que están enfadados, tristes, nerviosos, etc. y explicar también el motivo por el que están enfadados. Además decirles que lo que sienten es normal, y que no son malos por decir lo que sienten o como se sienten.

No hay edad para empezar a estimular la Inteligencia Emocional

Aparte de facilitar el éxito personal, la educación emocional sirve como factor de prevención en casos de bullying o acoso, ya que enseña a ponerse en el lugar del otro y reflexionar sobre cómo se debe sentir el otro (empatía). También a saber decir NO y a entender lo que es un NO respetando la opinión y parecer del otro (asertividad).Por último hay un aspecto que fundamental y que con niños parece más difícil de conseguir que en los adultos: reducir la explosividad de las emociones fuertes (llantos, berrinches, pataletas…) Las emociones, los sentimientos son importantes, pero cuando son ellas las que “mandan”, la personalidad, la estabilidad e incluso el rendimiento académico están en peligro.Una vez que sé lo que siento y porqué, es más fácil darle la importancia real, apaciguarla y poner mi energía en buscar alternativas para una solución. Por ejemplo con los más pequeños, si le han quitado el cubo en el parque, el llanto o el berrinche durará menos para poder focalizarme en recuperarlo o encontrar otro. Con más mayores, los conflictos suelen venir por las relaciones con los amigos. El grupo comienza a ser lo más importante, de manera que si los sentimientos de inseguridad, querer sobresalir, etc. Me dominan, serán ellos los responsables de crear mi autoconcepto, siendo este totalmente variable en función de lo que los demás piensen de mi. Con una educación emocional sana, estos trances, serán menores y pasarán una adolescencia más amable (aunque no dejará de ser adolescencia…).

Una vez que sé lo que siento y porqué, es más fácil darle la importancia real

Por lo tanto, si tenemos en cuenta todas estás consecuencias positivas, parece que la Educación Emocional debería quedarse y establecerse en las escuelas como una asignatura más.FUENTE: gabinetedepsicologiahttp://elmundotlp.blogspot.com/es