Educar para ser felices

Por Jjrivero
José Juan Rivero* En esas revisiones diarias al facebook, rutina que hemos incorporado a nuestro día a día, me encontraba con una noticia que en principio me dejó un poco perplejo. Como bien dice mi amigo y periodista Domingo Jorge, antes de hablar de una noticia que aparece en las redes sociales ve a la fuente y contrasta su veracidad. Pues eso hice, encontrándome que por una parte el gobierno del Estado disminuye en un 40% la ayuda para libros que otorga anualmente a las CCAA, pero que al mismo tiempo, en Castilla-León se subvencionan trescientos mil euros para que los niños aprendan a Cazar. Otro disparate más, nunca mejor dicho, en este sistema educativo que cada cual manipula a su antojo.
Es verdad que quizás peco de creer en una utopía, donde lo importante son las personas en cualquier momento de sus vidas, y principalmente en su infancia, donde lo fundamental es dotar a los más pequeños de competencias personales y profesionales que les ayuden a potenciar su satisfacción con la vida y su felicidad. Pero nos encontramos con un sistema educativo a la baja, es decir, basado en la optimización económica, lo que amplía las diferencias entre las personas, pero no solo de oportunidades profesionales, sino de potencialidades vitales. Así han dirigido todos los esfuerzos a quedar bien con PISA,  centrándose en los conocimientos y la información, pero además, los estudios demuestran que 85% de los contenidos se olvidan en un corto espacio de tiempo, y no ponemos énfasis en educar para la vida en general. Parece que a nadie le interesa potenciar personas con las habilidades y recursos que potencien el optimismo, que gestionen adecuadamente las crisis personales y sociales, que encuentren sentido a lo que realizan o que dediquen sus esfuerzos a potenciar su bienestar personal, es decir, a ser más felices. Claro que esto implicaría un cambio estructural en la educación, pero a diferentes niveles, en primer lugar tendría que haber un interés claro desde las administraciones por la educación, y no un interés político, además de una apuesta entre padres, profesores y alumnos, por una educación de personas y para personas. *Psicólogo y miembro de la Sociedad Española de Psicología Positiva
@jriveroperez