Los soldados de Estados Unidos tienen una curiosa forma de ganarse “los corazones y las mentes” de los afganos. Algo que parece imprescindible si se pretendederrocar a los talibán y devolver la paz a un país masacrado por interminables guerras. Doce soldados del ejército norteamericano que prestaron servicio en Afganistán están siendo investigados por asesinar- presuntamente- a civiles afganos simplemente por diversión.
El “grupo de la muerte”, compuesto por cinco soldados, habrían asesinado a tres hombres afganos en diferentes incursiones. Este escuadrón está acusado de disparar indiscriminadamente contra los civiles afganos por afición, para salir de la monotonía o simplemente porque les encanta matar y luego hacer los gallitos en sus pueblos- delante del resto de parroquianos- presumiendo de lo mucho que han luchado y matado en Afganistán y lo malos que son los afganos…
Estos Rambos de medio pelo y muy valientes- porque tienes que tenerlos bien puesto para matar a un tipo desarmado- pertenecían a la brigada de infantería de Estados Unidos destinada en la provincia de Kandahar- en el sur del país. Según revela en sus páginas el diario The Guardian todos los soldados han negado los cargos- como para no hacerlo. De demostrarse que han cometido esos asesinatos los soldados de podrían enfrentar a penas de cadena perpetua o incluso a la muerte.
Junto a los soldados que formaban este “grupo de la muerte” han sido acusados otros siete compañeros por encubrir los asesinatos y de atacar y amenazar de muerte a un soldado que habría presenciado los ataques y que estaba dispuesto a delatar a sus compañeros ante las autoridades militares.
El instigador de todo sería el sargento Calvin Gibbs, que había servido en Irak- así que es posible que allí hiciera lo mismo- y aseguró ante la tropa que lo “fácil sería lanzar una granada a cualquiera y matarle sin que nadie se enterase de nada”, según sus propias palabras que han sido confirmadas por varios soldados de su unidad. Gibbs, de sólo 25 años, ideo y planeo la creación del grupo de la muerte con otros cuatro compañeros de unidad. Tras la creación del grupo sólo les quedó salir de caza…
Y lo hicieron, vaya si lo hicieron. Estos cabrones- perdonarme pero es que no tienen otro nombre- pusieron en su punto de mira a Gul Muldin. La mala fortuna quiso que este afgano se cruzara en su camino y el grupo no desaprovechó la ocasión. Le lanzaron una granada y le remataron con un disparo en el pueblo de La Mohammed Kalay. Morlok y Andrew Holme, otros dos miembros del grupo y acusados de asesinato, iban juntos cuando Gibbs, el líder del grupo, entregó la granada a Morlock. Éste seguidamente la lanzó y luego dijo que la explosión se había debido a un fuego causado por motivos que desconocía. Ese mismo día Morlock le dijo a Holmes que todo esto lo hacían por simple diversión y también le amenazó para que no contara nada.
Explica 'The Army Times' que uno de los soldados coleccionaba dedos de las víctimas como recuerdo; de hecho Morlock amenazó a Holmes mostrándole un dedo de un muerto, tal y como también cuenta 'The Seatle Times'. Además, también se acusa a los soldados de robar hachís a varios civiles afganos.
Así, lo único que consiguen los soldados es que la población civil se alinee con los talibán y les den refugio y protección. Así no se puede derrocar al integrismo… Porque, simplemente, tu eres peor que ellos.