Los medicamentos siempre deben ingerirse bajo supervisión médica para evitar las contraindicaciones
El ibuprofeno es un fármaco de acción rápida, comúnmente utilizado para aliviar síntomas como dolores, inflamaciones o fiebres. Los ibuprofenos forman parte del grupo de los antinflamatorios no esteroideos o AINEs y están destinados a disminuir las inflamaciones que generan diferentes dolores, pero ¿qué ocurre cuando comienzan a tomarse de manera regular? Los efectos secundarios empiezan a aflorar, creando malestar en los pacientes.
Efectos secundarios del ibuprofenoDesde hace un tiempo se viene alertando acerca de los posibles efectos secundarios del ibuprofeno sobre la salud. Hasta hace poco se hablaba de él como si fuera un analgésico inocuo, pero lo cierto es que cada vez más están saliendo a la luz diferentes motivos para replantearse la toma tan asidua de este fármaco.
Efectos en el sistema digestivoSu ingesta puede afectar al sistema digestivo: irritación del estómago, malestar intestinal, etc. También puede llegar a causar úlcera péptica. Por ello, siempre se debe tomar después de haber comido, para que el alimento amortigüe sus efectos.
Riesgo cardiovascularEl corazón y el sistema circulatorio también se resienten con su uso. Se ha comprobado que incrementa el riesgo de infarto de miocardio, el de ictus y de trombosis. Por esta razón, no está indicado para aquellas personas que tienen problemas sanguíneos o de corazón, ya que podría afectar a su salud negativamente.
Aumento de la presión arterialEl compuesto activo del ibuprofeno aumenta la presión arterial y el riesgo de insuficiencia cardíaca. Un estudio realizado en el marco del proyecto Seguimiento Universidad de Navarra concluyó que la ingesta de ácido acetilsalicílico y otros analgésicos durante dos o más días a la semana aumenta el riesgo de hipertensión.
Efectos secundarios en los riñonesSi se padecen problemas renales estos fármacos son contraproducentes. Una ingesta habitual perjudica los riñones y eleva el riesgo de padecer trastornos que pueden desembocar en insuficiencia renal.
Además, no están indicados para personas mayores de 65 años, ni para aquellas que tengan un tratamiento de anticoagulantes, pues podría provocarles muchos problemas de salud. Las mujeres embarazadas son también un sector de la población de riesgo en la ingesta de ibuprofeno.