De la misma manera que es conveniente comer en equilibrio, hidratos de carbono, proteinas y grasa, es conveniente realizar en armonía ejercicio aeróbico, anaeróbico y estiramientos.
Correr, ir en bicicleta o bailar son algunos de los ejercicios aeróbicos más conocidos. ¿Sabíais que todos ellos, por el hecho de ser ejercicios aeróbicos ayudan a quemar grasa corporal con más facilidad (y/o prevenir la obesidad)?
Pues sí. Mediante el ejercicio aeróbico el cuerpo tiende a quemar más calorías (y grasas) durante este tipo de sesión de entreno, ya que el metabolismo del cuerpo se acelera. Esto significa que las calorías se queman a una proporción más rápida hasta aproximadamente una hora después de terminada la sesión de ejercicio, produciendo una mayor pérdida de peso, aún en reposo.
Aeróbico literalmente significa “en presencia de oxígeno”. Por consiguiente, los “ejercicios aeróbicos” se denominan a aquellos que emplean un proceso metabólico que requiere la presencia de oxígeno cómo fuente de energía.
Cuando estos ejercicios forman parte de un programa de entrenamiento, desarrollan muy activamente el sistema cardio-circulatorio (formado por el corazón, venas, arterias y vasos sanguíneos), contribuyen a regular la tensión arterial y ayudan a mejorar la salud de diversos órganos internos (pulmones, riñones, huesos, piel, sistema hormonal).
Pero ojo!!, para que una sesión de entrenamiento se considere una sesión aeróbica, ésta debe durar como mínimo 30 minutos, en función de la capacidad física de cada persona. Y lo ideal, es realizar como mínimo, dos sesiones de ejercicio aeróbico por semana (aunque y para los que comencéis, con una vez a la semana es suficiente):
Dentro de la categoría de ejercicios aeróbicos se encuentran las siguientes prácticas deportivas: jogging o correr (ya hablaré de ello en otro post), nadar, bailar, ir en bicicleta, boxeo, jugar a fútbol, baloncesto, etc.
Besos desde mi blog!!!