Es importante tener en cuenta hacer ejercicio después de haber sufrido un ataque cardiaco, ya que es de gran ayuda para reponer el cuerpo y darle la vitalidad que necesita.
Un ataque cardíaco (infarto del miocardio) se presenta cuando un área del músculo cardíaco muere o se lesiona permanentemente debido a una provisión inadecuada de oxígeno a esa área.
La mayoría de los ataques cardíacos son provocados por un coágulo que bloquea una de las arterias coronarias (los vasos sanguíneos que llevan sangre y oxígeno al músculo cardíaco). Por lo general, el coágulo se forma en una arteria coronaria que presenta un estrechamiento previo causado por cambios relacionados con aterosclerosis. La placa aterosclerótica (acumulación) dentro de la pared arterial algunas veces se rompe y desencadena la formación de un trombo o coágulo.
El coágulo en la arteria coronaria interrumpe el flujo de sangre y oxígeno al músculo cardíaco, lo que lleva a la muerte de las células cardíacas en esa zona. El músculo cardíaco dañado pierde permanentemente la capacidad de contracción y el resto del músculo necesita compensar esa pérdida, desencadenando un ataque cardíaco.
En los primeros días después de su ataque al corazón se necesitará descansar y dejar que éste se recupere. Mientras el corazón sana, de a poco el afectado estará mejor preparado para empezar a moverse otra vez.
El ejercicio tiene muchos beneficios para los que han sufrido un ataque al corazón. Puede fortalecer a los músculos del corazón. También ayuda a estar más enérgico, sentir más el control de la salud, y ayuda a reducir y mantener bajo el peso, al igual que la presión en la sangre y los niveles de colesterol.
Se recomienda empezar a hacerlo con la aprobación y supervisión de un médico, ya que este aconsejará y optara por las diferentes alternativas que hay para hacer como así también el cuidado en el momento de realizarlos.