Siéntate en la colchoneta con las piernas juntas y estiradas. Flexiona la pierna izquierda hacia dentro y sitúa la planta del pie izquierdo junto a la cara interna del muslo, dejando que el talón izquierdo esté al lado de la ingle derecha.
Con la pierna derecha bien estirada, inclina el tronco lentamente hacia ella, aproximando la cara a la rodilla.
Agarra el pie derecho o el tobillo con ambas manos. Respira profundamente y mantén la postura durante 20 segundos. Luego, vuelve lentamente hacia la posición inicial y cambia de pierna.