Colócate de rodillas con las manos apoyadas en la colchoneta, con los dedos totalmente extendidos y la espalda plana. Inspira y al exhalar, arquear la espalda metiendo el cóxis y acercando la barbilla al pecho, imitando a un gato cuando se eriza.
Inhalar y arquear la espalda hacia abajo, levantando la cabeza y subiendo las nalgas. Repetir esta secuencia al ritmo de la respiración durante unos minutos, cada dos o tres horas.