Túmbese boca arriba con el círculo mágico o una pelota pequeña entre los tobillos y las piernas estiradas hacia el techo.
Entrelace los dedos por detrás de la cabeza, codos abiertos, y levante la parte superior del tronco mirándose el ombligo. Espire y eleve un codo hacia la rodilla contraria mientras rota el círculo enre las piernas. Mantenga los codos abiertos de forma que lo que rote sea el tronco y no los brazos.
Inspire y regrese a la posición de partida.
Espire y eleve el otro codo hacia la rodilla contraria. Repita unas 16 veces alternando.