¿Ejercicio? Actividades específicas y estructuradas con base en uno o varios objetivos; ¿Cuál es nuestro objetivo? Independientemente del que sea debemos tener presente que todos sin importar la edad, sexo, etnia, o condición de salud tenemos derecho, además de muchas opciones para realizarlo y así poder alcanzar lo que queremos. Hay situaciones que en cuantiosas oportunidades se convierten en un freno o limitante para tomar la decisión y actuar, pero como cualquier otro obstáculo estamos en la tarea de sobrepasarlo y seguir adelante; no es para menos que la salud es uno de los aspectos más importantes de la vida, pero cuando se ve amenazada por el padecimiento de alguna enfermedad crónica no transmisible la vida cambia y con ella una serie de hábitos que en gran medida serán los impulsores que permitan continuar siendo activo e inmerso en un sistema social.
Aunque hoy en día se conocen una gran cantidad de padecimientos físicos, el interés de este articulo es desarrollar uno en particular que a nivel mundial tiene una denotada incidencia y ocupa la cuarta posición de mortandad en los seres humanos; la EPOC o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica.
Esta enfermedad se caracteriza por provocar una limitación en la capacidad de los pulmones para expulsar el aire (CO2 ) a través de las vías aéreas (traquea, bronquios) en cada respiración, por lo que la persona que lo padece experimenta una sensación de falta de aire (disnea) y ahogamiento en reposo o ya sea en situaciones que involucren actividad física en contextos de la vida diaria u otros. Las principales causas están asociadas al tabaquismo, a la exposición ante agentes irritantes (humo, polvo, polen, gas), y en una menor proporción a componentes hereditarios.
Con el padecimiento de la EPOC suele aparecer un cuadro vicioso cuya principal característica gira en torno al origen de la misma y que da inicio a la vez a una serie de factores negativos que poco a poco se van encargando de que el deterioro sea aún mucho mayor y de carácter irreversible. Partiendo de que la principal causa de la EPOC es el tabaquismo, los componentes nocivos del mismo son los encargados en primera instancia de provocar la inflamación e hiperreactividad de las vías aéreas y los tejidos pulmonares, propiciando la aparición de lesiones y cambios en su estructura como consecuencia de un proceso repetido y alterado de reparación y cicatrización de dichas lesiones; esos cambios son los que según su gravedad van conduciendo a la persona a la falta de aire independientemente de la situación en la que se encuentre, por lo que la respuesta inmediata para contrarrestarlo va a ser la de suspender parcial o totalmente la actividad física con el fin de no agitarse y propiciar nuevas crisis.
La baja actividad física lejos de mejorar el estado de salud de estas personas, viene a provocar mayores consecuencias puesto que el deterioro se extiende a todos los sistemas reduciendo las expectativas de vida, se aprecia una acelerada pérdida de masa muscular, de fuerza, un mayor aumento en las manifestaciones de enfermedades asociadas y la misma (hipertensión, diabetes, osteoporosis, depresión), entre otras, y que tienen un impacto sumamente perjudicial en la calidad de vida.
A pesar de ser una enfermedad compleja por los múltiples problemas que presenta no solo a nivel anatómico ni fisiológico sino también a nivel mental y social, el éxito en el tratamiento de estos pacientes en la busqueda de una mejor calidad de vida, depende del trabajo en equipo de varios profesionales de la salud (Neumólogo, Terapista Respiratorio, Cardiólogo, Especialista en Movimiento Humano, Nutricionista, Psicólogo, Salud ocupacional), así como de redes de apoyo que deben comenzar desde el núcleo familiar del paciente. Así teniendo claro todas las condiciones alrededor del mismo, las recomendaciones de cada uno de los especialistas del equipo y una cesación de las causas de la enfermedad es que la prescripción del ejercicio dará inicio; la implementación de varios tipos de ejercicio físico permiten alcanzar mejorías notorias e importantes en muchos niveles más allá solo de lo físico y que son vitales para estos pacientes; sin embargo interesa abarcar la dimensión física del ser humano.
Al darse un deterioro general inducido por la inactividad física, la pérdida de masa muscular es notoria en un plazo de tiempo muy corto; a nivel de musculatura pulmonar y accesoria es igual, por lo que la utilización de ejercicios contraresistencia locales resulta ser la herramienta que mejores resultados induce en los pacientes, la práctica regular con este tipo de ejercicios propicia una reactivación funcional de músculos respiratorios (intercostales internos y externos) y accesorios (músculos del cuello, pectoral y dorsal), así como una mayor resistencia muscular generalizada que permitirá al paciente desenvolverse con mayor independencia y disminuir la falta de aire gracias a una optimización en el funcionamiento orgánico; no obstante no por eso el ejercicio aeróbico y combinado se deben dejar a un lado cada uno brinda sus propios beneficios, pero cada uno de ellos esta en función de su especificidad.
Cuando vamos a trabajar con este tipo de pacientes es necesario pensar y buscar actividades de fácil comprensión y acordes a sus posibilidades, dado que la gran mayoría de ellos son adultos mayores. A la vez es muy valioso tener paciencia y ser claro en las explicaciones que se vayan a dar; como todo proceso siempre lo primero debe ser una prueba de diagnostico que permita conocer como se encuentra el paciente y que sea el punto base para la prescripción de las tareas venideras; en el caso de estos de pacientes suelen haber algunas pruebas que a nivel mundial han sido las más utilizadas, la prueba de la caminata de 6 minutos y la prueba de Bruce modificada en Tapiz rodante permiten valorar su capacidad aeróbica; en cuanto a la valoración de la fuerza hay muchas propuestas sin embargo dependerá del caso que se tenga en el momento la elección de la más adecuada según el criterio del especialista, las pruebas submáximas son las más recomendadas 8RM, 12RM, 15RM; estás permiten ajustarse a la capacidad de respuesta muscular del paciente sin ser agresiva, la estimación de la carga puede hacerse con tablas que especifiquen el porcentaje a que corresponde el número de repeticiones realizadas o bien se puede utilizar la escala de esfuerzo percibido de Borg tratando de conducir al paciente a una zona de confort o esfuerzo liviano-moderado.
Una vez se tengan los datos respectivos a la valoración física, antes de iniciar con la sesión de ejercicio se debe dar la bienvenida al paciente, saludarlo y presentarle un clima de confianza y calidez, chequear los signos vitales en reposo, revisar el expediente y tomar en cuenta si el paciente utiliza algún medicamento y si produce efectos secundarios en el funcionamiento corporal, ser conocedor de alguna lesión, alteración motora u articular, preguntar si desayuno bien, todo con el fin de disminuir el riesgo de cualquier eventualidad. Es muy útil hacer diferentes grupos de trabajo según la clasificación de la enfermedad como una forma de tener un mayor control de las actividades y de propiciar igualdad de condiciones entre uno y otro.
Para efectos de presentar un ejemplo, y sea más sencillo el entendimiento de una propuesta metodológica de ejercicio en la EPOC, la misma debe estar conformada como cualquier otra de tres partes fundamentales el calentamiento, parte principal y vuelta a la calma; adjunto las siguientes:
Ejercicio Aeróbico
Modalidades: Caminata, Bicicleta con respaldo, steps, elíptica.
Frecuencia: 2 a 3 veces por semana de forma alterna.
Tiempo: 20 a 30 minutos 3 primeras semanas – 20 a 50 minutos según progreso del paciente (realizarlo en intervalos según condición del paciente 4 series de 5 minutos, 2 series de 10 minutos o de forma continua).
Intensidad: 40 a 65% del VO2 máx (Consumo Máximo de Oxígeno), FCM (Frecuencia Cardiaca Máxima) o 2 – 3 escala de Borg.
- Para efectos de la intensidad se debe tomar en cuenta si el paciente utiliza algún medicamento de regulación cardiaca ya que disminuye entre 15 y 20 latidos el ritmo cardiaco.
Ejercicio Contraresistencia
Modalidades: Mancuernas, Ligas, Therabands, otros (son de fácil uso y se ajustan a las condiciones del paciente)
Frecuencia: 2 a 3 veces por semana de forma alterna.
Tiempo: 30 minutos 2 primeras semanas – 45 minutos según progreso del paciente / 2 a 3 series de 12 a 15 repeticiones para iniciar, según progreso incrementar 2 o 3 repeticiones por semana o cada dos semanas.
Intensidad: 2 – 3 escala de Borg.
Ejercicio Combinado
Partiendo del caso que se tenga y la necesidad se le debe dar prioridad inicialmente a un solo tipo de ejercicio y poco a poco ir introduciendo el otro, cuando ya se haga los incrementos o modificaciones deben hacerse solamente en uno porque resulta muy desgastante en estos pacientes aumentar las exigencias en ambos.
Lo más importante y que debe quedar claro es que lo que se haga se haga bien pensado, basado no solo en los argumentos cientificos sino también en el sentido común y experiencia que podamos tener, recuerden que no hay una receta magica en cuanto a materia de ejercicio cada quién debe ser muy consciente y aprender a observar que me beneficia o que beneficia a quiñen esta a mi cargo y así hacer lo mejor que este a nuestro alcance.