1) Túmbate sobre una superficie rígida. Debes sentirte cómodo.
Para la realización de estos ejercicios de relajación, puedes optar por utilizar velas, velas con aroma, aceites esenciales o inciensos, los cuales crearán una atmósfera tranquila y te ayudarán a relajarte.
1) Túmbate sobre una superficie rígida. Debes sentirte cómodo. 2) Coloca el cuerpo boca arriba. Lo ideal es que coloques las piernas ligeramente entreabiertas, extendiendo los brazos a lo largo del cuerpo.3) Ahora cierra los ojos y no te muevas, quedándote totalmente inmóvil.4) En este momento comienza plenamente la propia relajación en sí. Para ello, fíjate en cada uno de tus músculos, concentrando de forma sucesiva tu atención en cada uno de los músculos de tu cuerpo. Trata de relajarte todo cuanto puedas, alejándote de la tensión que hayas acumulado no sólo en los propios músculos, sino mentalmente. Haz lo mismo con tus brazos y piernas.5) Una vez que los músculos estén en calma, trata de relajar la mente. Una buena técnica consiste en visualizar aquellas imágenes que te gusten y te produzcan placer.
1) Túmbate sobre una superficie rígida. Debes sentirte cómodo.