La escoliosis se define como una desviación de la columna vertebral en forma lateral y que se puede apreciar en una vista frontal del individuo. Actualmente no se conocen exactamente cuáles son las causas de esta afección. Solo se sabe que se transmite en forma genética y que en la mayoría de los casos tiene buen pronóstico. La clave del éxito de los tratamientos de escoliosis es el momento de detección de la enfermedad (cuanto antes mejor).
El nivel de gravedad de la escoliosis determinará, en todos los casos, cuál es el tratamiento a seguir. En casos leves y detectados a tiempo generalmente se administran ejercicios y se recomienda practicar natación. En casos moderados a graves puede ser necesario utilizar un corsé corrector, y en casos muy graves se indica cirugía.
Los ejercicios para corregir la escoliosis son muy sencillos, no tienen riesgos y se pueden hacer en casa. Para hacerlos solo necesitaremos una colchoneta fina (no conviene hacerlos en un colchón común). La posición del primer ejercicio es boca arriba. Hay que acostarse en el suelo sobre la colchoneta, boca arriba, y llevar ambas rodillas hacia el pecho abrazándolas con los brazos. Hacer 3 series de 20 repeticiones cada una con un pequeño descanso entre cada serie. El segundo ejercicio es boca abajo, y para hacerlo se estira un brazo hacia delante (dejando el otro pegado al cuerpo) y la pierna contraria hacia atrás, procurando separarlos. Se hacen 3 series de 15 repeticiones. El último ejercicio es una elongación de la columna. Sentado con las piernas estiradas hay que tratar de tocarse las puntas de los pies con las manos (nos podemos ayudar con un paño que haga “lazo” con nuestros pies, de forma de quedar pegados y mejorar el estiramiento). Repetir 10 veces manteniendo unos 5 segundos. Estos ejercicios para la escoliosis se pueden hacer todos los días.