Las Reuniones de Invierno que la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, SEPAR, celebradas en Valencia los días 25 y 26 de noviembre han dedicado más de una ponencia a analizar la situación de la Tuberculosis en España desde diversas perspectivas analizando los factores de riego de la tuberculosis y especialmente el entorno laboral y el tabaquismo.
La tuberculosis es un grave problema de salud pública en el todo el mundo. Los países considerados desarrollados que creían tener controlada esta infección no pueden declarar la situación epidemiológica de eliminación o de erradicación porque en muchos de ellos la tuberculosis repunta. En España, por ejemplo, tras un descenso constante en el periodo 1999¬2004 (22 casos/100.000 habitantes en 1999 hasta 16 en 2004, con una media de descenso anual 5%), la tuberculosis se estabiliza a partir de esa fecha o repunta ligeramente.
Según estimaciones de la OMS, la incidencia de tuberculosis en España es de 13.000 casos nuevos al año aproximadamente, con una incidencia anual de 20¬30 enfermos por cada 100.000 habitantes. Los estudios muestran que aunque el número de pacientes registrados extranjeros aumenta cada año, el porcentaje se sitúa en torno al 70% con nacionalidad española y 30% procedentes de otros países. No obstante en alguna zonas este porcentaje se aproxima al 50% , patrón típico de los países europeos occidentales y ello se debe al buen control de la enfermedad alcanzado en la población autóctona.
A pesar de la alta prevalencia de la tuberculosis entre los inmigrantes procedentes de países en desarrollo, el perfil de los pacientes con tuberculosis es muy variado, afectando al personal sanitario, personal de penitenciarías, voluntarios que atienden a indigentes, cooperantes, pacientes inmunodeprimidos (infectados por VIH, neoplásicos, tratados con inmunosupresores) y personas con bajo nivel socio económico. La Dra. Mª Jesús Rodriguez Bayarri considera que “hay determinados entornos laborales donde hay más posibilidades de contagiarse debido a su exposición continuada. En estos casos, cuando existe la causalidad, la tuberculosis puede tratarse como una enfermedad profesional. Cuando la tuberculosis se contrae por casualidad o en ocasión de compartir trabajo con un enfermo bacilifero sobre todo, se trata de una contingencia a patología común”.
El lugar de trabajo, pues, puede ser causa directa o indirecta para contraer tuberculosis, por lo que la tuberculosis pasa a ser una Enfermedad Profesional, cuando es contraída a consecuencia del trabajo ejecutado. También puede ser contraída en el lugar de trabajo de forma casual siendo el entorno laboral el que favorece la ocasión, situación que se daría sobre todo en aquellos trabajos donde se convive con poblaciones de más riesgo para padecerla como por ejemplo un elevado número de inmigrantes.
Dado que una persona con tuberculosis activa no tratada infecta una media de 10 a 15 personas al año, la dra. Rodriguez Bayarri considera muy importante “no bajar la guardia e intensificar las intervenciones preventivas. Los Médicos del Trabajo, y desde la Salud Laboral podemos contribuir en la lucha contra esta enfermedad: bien realizando Estudios de Contactos cuando se declare un caso de tuberculosis en las empresas, bien promoviendo programas de Vigilancia Médica Especifica para los trabajadores con riesgo de infectarse, o haciendo una búsqueda pasiva en todos aquellos trabajadores sintomáticos respiratorios, que acudan a nuestras consultas”.
La incidencia de tuberculosis se asocia a factores tanto epidemiológicos como sociales en los que intervienen la profesión y el estilo de vida y el tabaco. La tuberculosis está entre las 8 principales causas de muerte en el mundo y el 10 % de las muertes por tuberculosis se deberían al tabaco. Para el epidemiólogo Joan Caylà “el tabaco es un factor de riesgo que favorece tanto la infección como la enfermedad tuberculosas”.
-El tabaquismo baja las defensa y aumenta la susceptibilidad.
Un estudio basado en la ciudad de Barcelona apunta que en el 2009, el 49,7% de los hombres con tuberculosis eran fumadores y que este porcentaje era del 29,11% entre las mujeres. La Encuesta Poblacional de Salud de esta ciudad también ha permitido conocer la prevalencia de tabaquismo en la ciudad en hombres y en mujeres, y se ha calculado que la incidencia de tabaquismo es de 2,63 veces más frecuente entre los hombres que fuman en relación a los que no fuman y 1,58 veces más frecuente entre las mujeres que fuman en relación a las que no fuman.
Ante estas cifras elocuentes, el Dr. Caylà se pregunta “si tal vez no sería conveniente incluir un mensaje en las cajetillas de tabaco que diga “El tabaco favorece el desarrollo de la tuberculosis” y recuerda que tabaquismo y tuberculosis son dos de las más importantes enfermedades endémicas de nuestro tiempo a escala mundial.
**Publicado en "Médicos y pacientes"