El aborto espontáneo es la complicación más común del embarazo y ocurre en alrededor de uno de cada cinco embarazos, una posible causa podría ser los cambios en el microbioma vaginal de la madre, el cual es rico en lactobacilos productores de ácido que ayudan a prevenir el crecimiento de otras bacterias potencialmente dañinas. Sin embargo, cuando hay un desequilibrio en el microbioma, estas y otras bacterias pueden florecer.
Durante un estudio del Departamento de Metabolismo, Digestión y Reproducción del Imperial de Londres le tomaron muestra de la flora vaginal a 167 mujeres, que no habían tomado antibióticos, probióticos o suplementos de progesterona porque esto podría haber cambiado su microbioma vaginal. En total, 93 mujeres del estudio tuvieron un aborto espontáneo y 74 llegaron a término. De las mujeres que sufrieron un aborto espontáneo, 54 no tenían anomalías cromosómicas en el embrión.
En las mujeres con abortos espontáneos normales cromosómicamente, los investigadores encontraron que había una reducción en la cantidad de lactobacilos en su microbioma vaginal en comparación con aquellas mujeres con abortos espontáneos cromosómicamente anormales. Los investigadores también encontraron altos niveles de inflamación en pacientes con abortos espontáneos cromosómicamente normales que tenían bacterias como Prevotella y Streptococcus en lugar de Lactobacilli. Algunas mujeres que llevaron su embarazo a término tuvieron reducciones en los lactobacilos, pero sus sistemas inmunológicos no reaccionaron ante esto y no causaron inflamación.
Estos hallazgos sugieren una causa potencialmente tratable para el aborto espontáneo, pero primero se necesita más investigación para confirmar la asociación. Esto incluye estudios para comprender los tipos de otras bacterias que prosperan cuando hay un desequilibrio y cómo causan inflamación específicamente en algunas mujeres, pero no en todas.
Los investigadores están trabajando en una nueva prueba para analizar rápidamente el microbioma vaginal, ya que creen que esto puede ayudar a identificar a las mujeres que podrían beneficiarse del tratamiento para reducir el riesgo de aborto espontáneo. Sin embargo, aún no está claro qué regímenes de intervención podrían cambiar el microbioma vaginal y mejorar los resultados del embarazo.
Esta investigación fue publicada en la revista BMC Medicine.