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La aplicación con éxito del Aceite de Arbol de Té en el tratamiento de numerosas afecciones humanas y animales ha potenciado en los últimos años su uso terapéutico en Europa y América.
El origen del árbol de té se debe probablemente a la tribu Australiana de los Bundjalung, que prensaban las hojas del árbol Melaleuca alternifolia y las reblandecían antes de preparar el té. Con las hojas aplastadas trataban infecciones y enfermedades cutáneas y también usaban la infusión para tratar heridas, quemaduras y dolores en general.
Las hojas del árbol del té deben sus propiedades curativas al aceite esencial que contienen. El aceite esencial del árbol del té, conocido también como aceite esencial de melaleuca, es un líquido incoloro o amarillo pálido que se obtiene de las hojas y ramas tiernas de la Melaleuca alternifolia por destilación. Está constituido por aproximadamente un centenar de componentes, de los cuales diez aproximadamente suman el 90% del aceite esencial y son los responsables de su actividad. Actualmente se conocen un gran número de propiedades de este aceite, que no solo presenta un amplio espectro antiséptico, siendo activo contra hongos, bacterias, virus y protozoos, sino que también tiene propiedades antinflamatorias, calmantes del picor, cicatrizantes, expectorantes, desodorantes y antioxidantes. Las propiedades antisépticas, fungicidas y anti-acnéicas del aceite de árbol de té están aceptadas y reconocidas por el departamento de sanidad Australiano.
Como todos los aceites esenciales, el aceite del árbol del té tiene un gran poder de penetración en la piel, llegando incluso al torrente sanguíneo. No se le conoce ningún tipo de toxicidad ni efectos secundarios y no irrita la piel, por lo que no conlleva ningún riesgo para la salud.
Actualmente, el uso del aceite de melaleuca está muy extendido para el cuidado externo de la piel y el cabello. Se utiliza en ungüentos, cremas, geles, champús y en productos para la higiene íntima. Todos los productos cosméticos que contengan este aceite tendrán una acción regenerante de la piel y de oxigenación de las células además de los efectos antisépticos y antibacterianos.
El aceite de árbol de té actúa también reforzando el sistema inmunológico y las defensas del organismo, y puede ser usado por personas de todas las edades. Por sus múltiples aplicaciones y su inocuidad es un producto que debería estar incluido dentro del botiquín de primeros auxilios. Es eficaz para tratar golpes, picaduras de insectos, quemaduras, heridas y muchas otras circunstancias de la vida diaria.
Algunas aplicaciones del Aceite de Árbol de Té
· Combatir el acné: Puede formar parte de la composición del tónico o de la crema hidratante. Es muy recomendable aplicar tras la limpieza facial una gota de aceite esencial del árbol del té puro sobre los granitos.
· Eliminar las verrugas: Combinado con la esencia de limón, se aplica por la noche una gota de cada uno de los aceites esenciales directamente sobre la verruga y se tapa con una gasa, dejándo la zona sin tratar durante el día. Cada noche se ha de repetir esta operación, durante tres o cuatro semanas.
· Cuidando del cabello: Regula la actividad de las glándulas sebáceas, de utilidad tanto para cabellos grasos como secos.
· Combatir los piojos: Primero se ha de lavar el cabello con el champú habitual, al que se pueden añadir unas gotas del aceite. Una vez aclarado el cabello, se peina con un peine impregnado de aceite esencial para eliminar las liendres. Usando de forma habitual un champú a base de aceite esencial del árbol del té, se estará protegido de las plagas.
· Prevención de infecciones: El aceite esencial del árbol del té fortalece el sistema inmunitario. La aromaterapia con el aceite de árbol del té puede proteger frente a pequeñas infecciones como la gripe. También es muy recomendable el uso de geles que contengan árbol del té en la higiene diaria de personas que frecuenten gimnasios, piscinas u otros lugares públicos en los que se esté expuesto a más peligro de infecciones.
. Tratamiento de infecciones por hongos (micosis): Se puede de poner directamente el aceite esencial del árbol del té sobre la zona afectada, aunque para cada tipo de infección requiere un tratamiento concreto. Para el pie de atleta se recomienda limpiar con un algodón impregnado de aceite esencial del árbol del té puro y realizar baños con agua caliente y el aceite esencial. En infecciones ginecológicas se puede usar un gel íntimo a base de árbol del té y poner una gota en el tampón. Para prevenir contagios vaginales se recomienda poner una gota en el salva-slip.