El aceite se obtiene de las semillas de la borraja (Borago officinalis). Es muy rico en ácidos grasos insaturados, como el ácido oleico (omega-9), el linoleico (omega-6) y el gammalinolénico (omega-6). De hecho, de todos los aceites el más rico en ácido gamma-linolénico (24%), más del doble que el aceite de prímula de rosa.
En personas saludables el ácido gamma- linolénico (GLA) se forma por la delta- 6-desaturasa (D-6-D) a partir del ácido linoleico aportado por la alimentación; pero se estima que algunos factores disminuyen la actividad de la D-6-desaturasa: insuficiencia hepática, hipoinsulinemia, senescencia, desequilibrios alimentarios, alcoholismo, desnutrición, etc. El aporte de una fuente rica en GLA (el aceite de borraja lo es) permite salvar este obstáculo y favorecer la formación de DGLA (precursor inmediato de PGE1, un tipo de prostaglandina “buena”) y, por ello, evitar el desequilibrio entre PGE1 y PGE2 (prostaglandinas “malas”), puesto que éstas últimas continúan siendo sintetizadas parcialmente a partir del ácido araquidónico dietético – proveniente de carnes, lácteos y huevos – desequilibrio que originaría ciertas manifestaciones observadas en caso de carencia en acidos grasos esenciales.