Un estudio publicado en la revista PNAS, describe cómo
encontraron en un niño ADN mitocondrial heredado por vía paterna, algo que
hasta ahora se creía imposible y que echa por tierra uno de los dogmas
centrales de la genética y tiene implicaciones para el estudio de la evolución
humana y para el diagnóstico y tratamiento de ciertas enfermedades. Gracias a
la secuenciación de su genoma, los médicos observaron que el niño no tenía
ninguna mutación conocida de enfermedad mitocondrial, pero había diferencias
entre el ADN de algunas de sus mitocondrias y las demás. Las células portaban
dos tipos de mitocondrias con genomas diferentes. El motivo, tras examinar a
toda la familia, es que su madre había heredado algunas mitocondrias paternas,
además de las habituales por línea femenina. En análisis sucesivos, los médicos
observaron el mismo fenómeno en nueve familiares del chico, además de otras
siete personas ajenas a la familia. El equipo cree que los casos de herencia
mitocondrial biparental se deben a la mutación de un gen en el núcleo y no en
las mitocondrias. La herencia de ADN mitocondrial paterno podría afectar al
conocimiento científico sobre la evolución humana y al tratamiento de ciertas
enfermedades genéticas. Actualmente, las mujeres con enfermedades mitocondriales
tienen la posibilidad en algunos países de gestar bebés sanos con la técnica de
“tres padres genéticos”, gracias a una donante de mitocondrias. Si se descubren
los genes nucleares que regulan la herencia mitocondrial, en un futuro se
podría inducir la transmisión de las mitocondrias paternas para prescindir de
la donante.