Según una investigación presentada hoy en ESC Acute CardioVascular Care 2021, un congreso científico en línea de la Sociedad Europea de Cardiología. El riesgo de un infarto de miocardio relacionado con el agotamiento fue particularmente pronunciado en hombres que nunca se casaron, divorciados y viudos.
El estudio utilizó datos del Proyecto MONICA de la Organización Mundial de la Salud. En 1994 tomaron una muestra representativa de 657 hombres de 25 a 64 años. Los síntomas de agotamiento vital se evaluaron al inicio del estudio utilizando un Cuestionario de agotamiento vital de Maastricht adoptado por el protocolo MONICA. Los participantes fueron clasificados según su nivel de agotamiento vital: ninguno, moderado o alto, en general, dos tercios (67%) de los hombres tenían agotamiento vital (15% tenían un nivel alto y 52% tenían un nivel moderado) mientras que el 33% no se vieron afectados. Casi tres cuartas partes (74%) de los hombres con presión arterial alta tenían agotamiento vital: alto en el 58% y moderado en el 16%.. Los participantes fueron seguidos durante 14 años para determinar la incidencia de ataque cardíaco.
En comparación con aquellos sin agotamiento vital, los hombres con niveles moderados o altos tenían un riesgo 2,7 veces mayor de sufrir un ataque cardíaco en cinco años, un riesgo 2,25 más alto en 10 años y un riesgo 2,1 más alto en 14 años.
Cuando se controló el análisis por factores sociales (educación, ocupación y estado civil) y edad, la influencia del agotamiento vital en el riesgo de ataque cardíaco disminuyó pero se mantuvo estadísticamente significativa. Por ejemplo, en comparación con los que no tenían agotamiento vital, los hombres con niveles moderados o altos tenían un 16% más de probabilidades de sufrir un infarto de miocardio durante 14 años de seguimiento en comparación con los que no lo tenían después de ajustar los factores sociales y la edad.
En el análisis ajustado, el riesgo de un ataque cardíaco relacionado con el agotamiento fue mayor en los hombres que nunca se casaron, los divorciados y los viudos en comparación con los hombres casados, con razones de riesgo de 3.7, 4.7, 7.0, respectivamente. El riesgo de un ataque cardíaco relacionado con el agotamiento fue 2,2 veces mayor en aquellos con educación primaria en comparación con los hombres con un título universitario. Los hombres de mediana edad se vieron más afectados que los hombres más jóvenes: en comparación con los de 24 a 34 años, el riesgo de un ataque cardíaco relacionado con el agotamiento fue 3,8 veces mayor en los de 45 a 54 años y 5,9 veces mayor en los de 55 años. -64 años.
Los hallazgos indican un patrón por el cual la desventaja social se relaciona con el agotamiento vital, que se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca.