Para determinar los efectos del alcohol sobre el sistema digestivo cuando se consumen comidas abundantes, los investigadores estudiaron a 20 individuos que bebieron vino o té negro con la comida, seguido por licor de cerezas o agua. Mark Fox, del Hospital Universitario de Zurich en Suiza y director del estudio que se publica en a revista British Medical Journal, señala que aunque centrados en un determinado tipo de comida, los resultados de la investigación pueden generalizarse para dirigirse al tema más amplio de los efectos del alcohol sobre la digestión y el bienestar digestivo después de cualquier comidas abundante.
En el estudio participaron 20 voluntarios sanos de entre 23 y 58 años y ninguno de ellos tenía antecedentes de uso inadecuado del alcohol o enfermedad gástrica. Tenían además un índice de masa corporal medio (IMC) de 23,6 y ninguno tomaba fármacos. Los participantes fueron evaluados en dos días con al menos una semana de separación. La mitad del grupo bebió vino blanco con la fondue y la otra té negro. Esto fue seguido de un licor de cerezas digestivo o agua 90 minutos después. Los investigadores utilizaron pruebas de respiración científicas para evaluar los efectos del consumo de alcohol sobre el sistema digestivo. Los resultados muestran que el proceso de digestión era mucho más lento en el grupo que bebió alcohol con los alimentos. Sin embargo, los resultados también demuestran que el alcohol no contribuyó a un aumento en los problemas de indigestión.Los autores concluyen que las personas sanas pueden disfrutar de comidas tradicionalmente hipercalóricas, como las consumidas en Navidad, con la bebida de su elección sin preocuparse sobre el malestar digestivo tras el banquete.
**Publicado en "El Médico Interactivo"