El término amarillo procede del latín amārus, que significa amargo, y es curioso que en la naturaleza este color sea una señal de advertencia para muchas especies animales: se llama aposematismo e indica al depredador el sabor amargo y la posible toxicidad del animal que lo lleva.
En pintura, el color amarillo comprende una serie de distintas gradaciones y, consecuentemente, de pigmentos que van de algunos más anaranjados a otros más verdosos o más lechosos. Como ya hemos dicho en el post sobre los pigmentos, todos deben de tener ciertos requisitos: deben proceder de polvos finos y suaves; deben resistir a la luz sin cambiar su color; deben poseer el justo grado de opacidad o transparencia con respecto a su naturaleza; no deben ser tóxicos o ejercer acciones químicas contraproducentes. Entre los pigmentos amarillos encontramos:
el Amarillo Estándar
el Amarillo de Nápoles - que ya no se utiliza por ser tóxico (contiene plomo) el Amarillo de Cromo el Amarillo de Cadmio - que ya no se utiliza por ser tóxico (sustituidos por azoderivados) el Amarillo Indio - (o Laca India) el Oropimente - que ya no se utiliza por ser tóxico (contiene arsenico) el Amarillo Zafre - (o Amarillo de Azafrán) la Aureolina el Amarillo de Titanio - (tono parecido al Amarillo de Nápoles) el Ocre Amarillo el Amarillo de Óxido de Hierro el Amarillo de Bario el Amarillo de Cinc
Un dato curioso: podemos asociar algunos pintores con un particular pigmento, como en el caso de Vincent Van Gogh y el Amarillo de Cromo, o de Claude Monet con el Amarillo de Cadmio.
Un saludo
Chema Senra
www.chemasenrastudio.com
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