¿El amor es una distracción? Es la última película de Woody Allen pero que tiene de verdad

Por Smartsalus @SmartSalus

Woddy Allen estrenó el pasado mes de noviembre la película Blue Jasmine. Según las palabras del propio director “el amor es una distracción que evita que pensemos en la vida”. Ahora bien, ¿qué hay de cierto en estas palabras?

El amor como tal es un concepto que se da hablando de la afinidad entre las personas que puede ser en el modo artístico, religioso, filosófico… pero además lo achacamos más a ese sentimiento hacia otro que nos hace estar alegres y que no pensemos en nada más que en esa persona. Cuando una persona se enamora, deja atrás todo lo malo y se encara a esta nueva situación que le hace feliz, con nuevas emociones muy intensas y que siempre le alegra el día, pase lo que pase.

Y ya no solo amar a otro, sino salir, buscar algún tipo de actividad recreativa nos hace pensar menos en los problemas.

Por tanto, se asocia el amor a lo bueno, a la felicidad a esos sentimientos tan fuertes que nos hacen temblar y que nuestro corazón palpite por la otra persona. De ahí, que el dicho de Allen sea un tanto verdad, porque nos “distraemos” con la otra persona y no tenemos cabida a pensar en lo malo que nos pasa o a los problemas que tenemos.

Con el amor llegan los buenos momentos, los sentimientos más favorecedores en nuestra vida y la mejora de la vida social en general. Cuando estamos con la otra persona a la que amamos, queremos pasar la mayor parte del tiempo con ella, hacer cosas diferentes, salir, divertirnos… todo ello es signo de distracción del día a día, ya sea en el trabajo, en casa, con nuestros problemas.

Por tanto, sí se puede afirmar que el amor es una distracción que permite olvidarnos por un momento de lo mal que lo estamos pasando o de lo mal que nos van las cosas.