Hay gente a quien esto sucede a menudo y, quizás, no le da mayor importancia. A mí no. Este año voy a vivir dos primaveras. La primera sucedió en el hemisferio norte. La segunda está ya teniendo lugar en el hemisferio sur. Y la novedad es que dejé la primera y estoy yendo hacia la segunda (en Argentina). Será por trabajo, sí. Pero no es menos cierto que tener el privilegio de vivir dos primaveras en el mismo año hace soñar, me hace pensar en historias. Me hace vivir. Algún post estaba ya programado en este cuaderno. Y saldrá cuando corresponde. Pero si se me ocurre contar algo fresco durante los próximos días, será más fácil que sea en Twitter (bajando por el bog a mano izquierda encontrarán Ustedes el enlace) que no aquí. A quien le apetezca, pues, ya lo sabe. A ver cómo se sigue dando este año de las dos primaveras...