El baúl de viaje, de Bianca Turetsky - Crítica literaria

Por Eltiramilla

Título completo de la obra en castellano: El Baúl de Viaje. Louis Lambert y los vestidos del pasado
Título original: The time travelling fashionista
Saga: primer libro de la serie The time travelling fashionista
Clasificación: Novela fantástica
Edición: Roca, 2011, 18’00 €
Valoración: 3’5 sobre 5

Louis Lambert es una chica de 12 años con una incomprendida pasión por la moda vintage. Sólo tiene un viejo vestido en su colección, pero planea ampliarla, así que cuando le llega la invitación para acudir a una liquidación de ropa antigua, no se lo piensa ni un segundo: necesita el traje perfecto para el baile del instituto. Lo que no sospecha es que ese vestido de ensueño la llevará hasta donde nunca hubiera podido imaginar: exactamente a la última vez que su dueña original se lo puso. La mujer en cuestión resulta ser la señorita Baxter, una actriz de cine mudo a bordo del transatlántico más famoso de todos los tiempos, el Titanic… y parece que Louis termina metida dentro de su cuerpo.

Un día Bianca Turetsky se preguntó qué ocurriría si al probarse un hermoso vestido antiguo, éste la trasladara inmediatamente a través del tiempo hasta algún lugar inesperado. Con eso en mente, dejó volar su imaginación y terminó dando a luz esta simpática novela. Sólo un amor profundo por la ropa podría haber guiado este impresionante proyecto, y ello queda patente a lo largo de las páginas del libro, repleto de detalladas ilustraciones de los conjuntos que Louis viste en la historia como si fuera una supermodelo. La verdad es que la presentación del libro es toda una puesta en escena: montones de dibujos de ricos colores, una portada fuera de lo normal y, bonito detalle, un cuaderno de notas del mismo estilo que la editorial regala al comprar la obra. De hecho, este presente tiene mucho sentido, porque parece que El baúl de viaje estuviera escrito por la propia protagonista a modo de diario gracias a unos brevísimos capítulos que tan agradable convierten la lectura. Aunque tal vez esta rapidez sea la culpable de que la novela me haya sabido a poco, como si se hubiera quedado corta, porque aunque el final queda bastante bordado, sí se aprecia algún que otro cabo suelto. Volviendo de nuevo a los aspectos positivos del libro, sin duda uno de sus puntos fuertes es el proceso de documentación. La autora parece saberlo todo sobre la moda y el mundo del cine de la época del Titanic, y hace constantes alusiones a películas antiguas que crean una atmósfera verosímil. Además, Turetsky ha recolectado una buena cantidad de información del transatlántico hundido: quién viajaba en él, cuándo ocurrió la catástrofe, cuánto duró el suceso, tan dramático… Louis es una niña metida en el cuerpo de una mujer adulta, bella y reconocida en todo el mundo: ¿qué situaciones vivirá si ni siquiera es capaz de actuar como ella?, ¿la tomarán por loca cuando descubra que ese barco es el verdadero Titanic y diga saber exactamente lo que está a punto de pasar? Hago un inciso en la primera de las dos preguntas para criticar lo poco explotada que se encuentra esa parte de la trama: me parece que la autora podría haber sacado mucho más jugo a esos problemas de la protagonista, atrapada en un cuerpo que exige una vida y una mente adulta. Aparte de eso, también da la sensación de que los personajes secundarios no se han trabajado lo suficiente, quedando un poco planos. A pesar de todo esto, estoy segura de que la fashionista Louis Lambert nos deleitará con más viajes y aventuras dentro de poco.

La trama de fondo de la novela no es tanto navegar en un barco a punto de naufragar, ni viajar al pasado sin garantía de vuelta, sino el hecho de que la ropa que nos ponemos contiene el alma y la esencia de las personas. ¿Quién, aparte de Louis, sería capaz de atreverse a ponerse los vestidos de alguien a quien no conoce?