Es una fuente excelente de cromo, un oligoelemento que parece obrar maravillas con el azúcar de la sangre.
Si sufre de diabetes tipo II, el cromo le ayudará a regular el azúcar, reduciendo la necesidad de insulina y de tomar medicamentos. Si está al borde de contraer diabetes, el cromo podría salvarlo de caer víctima de la enfermedad.
En efecto, si su tolerancia a la glucosa está en un nivel limítrofe, como le sucede a un 25% de todos los estadounidenses, el cromo puede ser la solución.
Incluso si el nivel de azúcar es bajo en lugar de alto, el cromo puede normalizarlo.
Cualquiera que sea el problema de glucemia, el cromo tiende a normalizarlo, dice Richard A. Anderson, Ph.D., del Centro de Investigación sobre Nutrición Humana del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos en Beltsville (Maryland). Recomiendo leer el articulo (evita el pescado la aparicion de la diabetes)
El doctor Anderson atribuye en parte la creciente incidencia de diabetes tipo II a una deficiencia de cromo en la dieta y cita unos catorce estudios realizados durante los años ochenta, en los cuales el cromo mejoró la tolerancia a la glucosa.
Al parecer, el cromo aumenta la eficiencia de la insulina de tal manera que se necesita menos para cumplir el objetivo. El mecanismo es un misterio, pero el doctor Anderson señala que, en tubos de ensayo, el cromo biológicamente activo se adhiere fuertemente a la insulina, mejorando casi cien veces la función principal de la hormona, o sea oxidar la glucosa en el bióxido de carbono.