El Buda y el dinero. Parte 3

Por Chocobuda

Como hemos visto en las entregas anteriores de esta serie, para el Buda el dinero no es nada malo. Al contrario, lo aprecia como una herramienta para la vida cotidiana.

El problema es que el dinero se convierta en una obsesión que nos lleve a un punto elevado de avaricia, y nos orille a explotar a otros o a pasar por encima de ellos; para poder mantener esa avidez.

La mente humana es muy hábil para crear excusas que justifiquen nuestras acciones. Las personas que acumulan dinero y bienes siempre tienen un explicación y filosofía con la que se engañan a sí mismos y a otros. Pero la realidad es que su conducta atenta contra el equilibrio de la vida.

Por eso el Budismo Zen nos da un marco de referencia para poder revisar la intención de nuestros actos y la calidad de nuestros pensamientos. Es una vía de autocontrol y moderación, que nos lleva al equilibrio y, por ende, tener una mejor relación con el dinero.

No se trata de no tener nada, el Buda lo que busca es que tengamos una vida cómoda, con lo suficiente para estar bien.

Por eso el budismo se llama El Camino Medio. Al estudiar el Buddhadharma nos estamos armando con las herramientas necesarias para entrenar la mente y no caer en la avaricia.

Sé que muchos confunden esto con comunismo o socialismo, pero estas son filosofías contemporáneas. El budismo es milenios más antiguo, pero se mantiene vigente porque al poner en marcha el Noble Sendero Óctuple en nuestra vida, nuestra relación con el dinero se vuelve linda y simple.

Como practicantes de Zen, tenemos algunas acciones que nos ayudan a entender el dinero de una forma menos complicada, a mantenernos lejos de la avaricia y a aumentar nuestra calidad de vida, con base en las enseñanzas del Buda.

Estas son solo algunas de esas acciones.

No compres lo que no necesitas

Este es un consejo tan básico que parece chiste. Antes de comprar lo que sea, hay que preguntarse ¿de verdad lo necesito?

Si la respuesta es sí, pues adelante. Si la respuesta es no, es mejor guardar esos recursos para otra cosa.

Come alimentos sencillos y nutritivos

Este es otro consejo que parece broma y que muchos detestan. ¿Alguna vez has visto cómo es la comida en un templo budista? Es lo más sencillo y neutro posible, porque consideramos que el alimento no debe despertar ninguna especie de lujuria o avaricia.

Y el problema es que la comida a la que tenemos acceso es toda deliciosa. Comer delicioso todo el tiempo es muy malo porque la comida pierde su concepto de “·energía para seguir adelante” y se transforma en un acto de ego.

No tiene nada de malo comer delicioso de vez en cuando, pero la ecuanimidad de la mente llega cuando hay ecuanimidad en tus alimentos.

Entonces, comer sencillo y nutritivo es barato y solo requiere un poco de esfuerzo para cocinar lo que le hace bien a tu cuerpo-mente. Ahorrarás mucho dinero y tendrás una mente clara si tu alimentación es sencilla y noble

Trabaja pensando en lo que aportas a la vida

Trabajamos para obtener recursos económicos. Está perfecto. Pero muchos detestan su trabajo por mil razones diferentes. En el Zen el trabajo es una expresión más de nuestra espiritualidad.

Si ves tu labor como un servicio a la vida, en lugar de una mina de oro, tu estancia en ese lugar será menos terrible y el dinero que ganes se sentirá diferente.

No cultives adicciones

Todo de tipo de adicciones se convierten en un gasto que no necesitas. Tiene sentido mantenerte lejos de conductas compulsivas y de querer ser “experto” en algo.

Sí, querer ser experto es una adicción de ego.

Comparte lo que tienes

La generosidad es un valor compartido en muchas religiones del mundo. La razón es que ser generosos con los demás nos llena el corazón de alegría y satisfacción. No en vano es la primera de las Seis Perfecciones (Paramitas) que practicamos en el budismo Mahayana.


Como habrás visto, esto es una pequeña lista que es más sobre sentido común que sobre budismo. Como sea, es posible tener una mejor relación con el dinero, para entenderlo en otro nivel.

Serie El Buda y el dinero:

Parte 1

Parte 2

Parte 3