Esa taza de café por la mañana parece hacer más que tan solo despertarnos. Las mujeres que habitualmente beben varias tazas de café por día durante el curso de años o décadas podrían ser menos propensas que sus pares de desarrollar cáncer en el revestimiento uterino, según sugiere un nuevo estudio.
Investigadores de la Universidad de Harvard analizaron información de más de 67 mil mujeres entre las edades de 34 y 59 años que fueron seguidas alrededor de 26 años. Comparadas con las mujeres que bebían poco café o nada, aquellas cuyo consumo promedio era de cuatro tazas o más por día tenían un 25 por ciento menos de riesgos de desarrollar cáncer endometrial, y aquellas que bebían dos o tres tazas por día tenían un 7 por ciento menos de riesgos.
Aunque el estudio, que fue iniciado por el Instituto Nacional de Salud, no prueba que beber café es responsable directo de la reducción del riesgo de cáncer, los investigadores alegan que es plausible una relación causa-efecto. La ingesta de café, según ha sido demostrado en estudios anteriores, baja los niveles de insulina y estrógeno, y niveles crónicamente altos de ambas hormonas han sido relacionados con el cáncer endometrial.
Sin embargo, los investigadores urgen a los bebedores de café a que se atengan a agregar grandes porciones de crema o azúcar. Cualquiera sean los beneficios que pueda ofrecer el café sobre los niveles de insulina podrían ser negativizados casi por completo por las calorías y grasas adheridas, lo cual contribuiría a la resistencia de insulina y el aumento de peso corporal.
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