Un componente de los frutos del cardo mariano, la silimarina, ha demostrado ser uno de los antioxidantes más potentes de la Naturaleza, con importante actividad frente distintas enfermedades iniciadas o agravadas por los radicales libres. Así lo asegura la profesora Concha Navarro, catedrática de Famacología de la Universidad de Granada, que presenta una revisión de estudios sobre esta planta en el 6º Congreso de la Sociedad Española de Fitoterapia (SEFIT). Uno de los últimos estudios ha sido publicado en el número de octubre de la revista Journal of the Neurological Sciences en el que se revela que la silimarina "podría ser útil para reducir la progresión de la neurodegeneración en la isquemia cerebral focal.
Estos resultados sugieren que el potencial de la silimarina se debe a sus propiedades antioxidantes y antiapoptóticas". El principio activo más potente de la silimarina es la silibinina, con una posible actuación positiva en osteoporosis. El pasado mes de septiembre un ensayo publicado en la revista Journal of Cellular Biochemistry concluía que la silibilina es un "un agente terapéutico potencial en la promoción de la formación de hueso, osteoblatogénesis, y en el entorpecimiento de la reabsorción osteoclástica del hueso".
En cuanto a la capacidad de regeneración hepática, los frutos del cardo mariano se han utilizado desde hace más de dos mil para tratar diversas afecciones hepáticas, como cirrosis, hepatitis e ictericia, comenta la profesora Navarro. Sin embargo, es en la última década cuando las investigaciones centradas en la silimarina han conseguido un gran avance. "Se ha estudiado la eficacia de la silimarina en distintos tipos de alteraciones hepáticas, principalmente en las producidas por alcohol y en las de origen vírico, y se ha encontrado que puede ser de utilidad su empleo en estos casos", añade.
-Agente bloqueador de toxinas
El principal uso del cardo mariano es en trastornos digestivos, si bien cada vez está más extendido su uso como protector frente a toxinas o depurador hepático. Una revisión de estudios realizada el pasado año por la revista Phytotherapy Research señalaba que la silimarina "actúa como un antioxidante al reducir la producción de radicales libres y la peroxidación de los lípidos, tiene una actividad antifibrótica y podría actuar como un agente bloqueador de toxinas la inhibir la unión de las toxinas a los receptores de la membrana hepatocita celular. En animales, la silimarina reduce el daño hepático causado por acetominofeno, tetraclorido de carbón, radiación, sobrecarga de hierro, fenilhidracina, alcohol, isquemia fría y Amanita phalloides".
La seguridad del cardo mariano es un motivo de que su uso cada vez esté siendo más investigado en medicina, asegura Concha Navarro, y se analice su papel antioxidante en trastornos de piel, cardiovasculares y oncológicos. No obstante, como en el resto de plantas medicinales con indicación terapéutica, recuerda que "debe dispensarse en farmacia como medicamento para tener todas las garantías de eficacia y seguridad".