Lo que parece tan obvio no lo es para el equipo de valoración nº 4 del Centro Base nº 2 de la Comunidad de Madrid, al que debe de acudir nuestra chica con Sd para la renovación de la minusvalía, que me guste mas o menos la palabra, pues la tiene.
Estamos a 16 de enero, hace ya mas de 4 meses que acudimos al Centro Base nº 2. Hemos intentado contactar telefónicamente en muchas ocasiones, pero es prácticamente imposible hacerlo. Hay que tener mucha, mucha suerte, y parece que esta nos es esquiva.
Estos centros, por lo menos el numero 2, son palos en las ruedas para las personas con discapacidad. En vez de favorecer o ayudar parece que entre sus objetivos es complicar y entorpecer.
Por fin hace unos días conseguimos que nos cogieran el teléfono ¡¡ bingo!!. Preguntamos por el expediente de nuestra pequeña e informamos que no habíamos recibido aun ninguna tarjeta, que por cierto nos hace falta para renovar entre varias cosas el carnet de familia numerosa, y ¿sabéis cual es la contestación?. Pues que la protagonista de este diario ha dejado por arte de "bilibirloque" de tener una minusvalía. No tiene discapacidad ni nada que se le parezca. Pues que bien, ¡¡ojala !!, les digo pero es que el síndrome de down no se cura. Y si, es cierto que Teresa esta fantástica pero no tanto.
No han sido capaces en este centro, con todos los profesionales que lo ocupan, darse cuenta con su diagnostico de base, que la discapacidad anterior se mantiene y nos dice la persona que nos atiende que necesitan mas informes y pruebas para poder valorar. Si, como lo veis. Los únicos que creen que el síndrome de down se cura son los que mas deberían saber que no.
Pero ¿en manos de quien estamos? ¿estos equipos de valoración son en los que tenemos que confiar?. ¿Sera todo esto para ahorrarse la prestación de 500 € que le hubiera correspondido cobrar en enero y que por supuesto no la ha sido ingresado en la cartilla del banco?, puesto que no tiene según ellos ninguna discapacidad. Reclamaremos a la Seguridad Social. Nuestros hijos puede que tengan dificultades pero también tienen unos padres que no permiten que se les niegue ni un solo recurso.
Resumiendo, Teresa no ha recibido su tarjeta con su nuevo grado o el mismo, no se, ni tampoco su prestación de hijo a cargo con discapacidad a la que tiene derecho aunque sea escasa porque según el equipo nº 4 del Centro Base nº 2 de la Comunidad de Madrid, un diagnostico de síndrome de down ya documentado anteriormente no asegura una minusvalía ni es suficiente para renovar la anterior si había sido concedida.
En todos estos meses no han solicitado ningún informe extra, ni se habían puesto en contacto con nosotros para explicarnos lo poco cualificados que están. Nos dice la secretaria del grupo 4 que no tienen porque hacerlo, justificando su actuación. Para gritar. Enviamos unas hojas por fax del PT del colegio donde se lee que Teresa tiene síndrome de down. Y el retraso que ello conlleva. Masticadito. Entonces, me pregunto, ¿para que llevar a la pequeña a la entrevista ?.
La burocracia que debía de actuar a nuestro favor, se empeña una y mil veces es complicarlo todo. Haciendo difícil lo que es simple y sin complicaciones.
Seguidamente escribimos en twitter @consindromedown esta pésima gestión y nuestra queja sobre el funcionamiento de este centro a @carmelaanchuela, Directora de Asuntos de discapacidad en la Comunidad de Madrid. En menos de 10 minutos nos contesta que todo se arreglara inmediatamente. En anteriores ocasiones, esta persona ha solucionado con una rapidez admirable los desaguisados de muchos de estos profesionales. Y claro, me sorprende, porque sera que no estoy acostumbrada. Se agradece.