por Charo Ruano
El cielo de salamanca tiene una bruja;
Se llama celestina,
vieja y oscura.
Tiene una niña blanca
y enamorada;
Un huerto, un jardín
y una ventana.
Melibea feliz,
aguarda, aguarda
a que llegue Calisto
para robarla.
El cielo de Salamanca
tiene una luna
alumbrando el camino
hacia la locura;
tiene un ciego en la orilla
clara del río,
espiado de cerca
por Lazarillo.
Y el Tormes que susurra
sueños de agua,
de catedrales viejas
piedras doradas.
El cielo de Salamanca
tiene la estela
de la belleza toda,
que hiere y hiela.
Y los niños que juegan
juegos ajenos,
a este sueño de piedra
historia y cuentos.