Elena F. Guiral
Es decir, el club de las mujeres de expatriados. No el club de los expatriados, que tienen que empezar de cero en un país nuevo pero llegan con una oportunidad laboral y una rutina que les dará la estabilidad que necesitan más pronto que tarde.
Nada más llegar a tu nuevo destino eres, como mucho, la mujer de… y como poco un cero a la izquierda, en términos profesionales. Abducida por un montón de tareas domésticas y burocráticas, invisibles pero necesarias, perdida en un entorno desconocido que te roba los minutos como los hombres grises de Momo, ves pasar poco a poco los días con un sentimiento entre nostalgia y culpa, como si estuvieras faltando a clase un día tras otro.
Y como te han quitado tu pasado pero no has perdido tus neuronas, mientras ves pasar la rutina delante de tus ojos te preguntas una y mil veces qué narices estás haciendo aquí, lejos de tus raíces, y si podrás alguna vez abandonar este limbo, confortable pero axfisiante.
Y como no has perdido tus neuronas siguen peleando por seguir manteniendo firmes los mimbres de tu familia, porque en realidad es la auténtica razón por la que estás aquí. Y en seguir recordándote día a día que algún día recuperarás tu pasado, tu presente, tu futuro y tu propia vida.
Dedicado a todas vosotras.