Rafael Bernal
Entre las tiendas de curiosidades y los restaurantes de comida cantonesa, detrás de los fumaderos de opio y los cafés de chinos, Filiberto García va descubriendo que la conspiración -aparentemente iniciada en Mongolia- tiene más relación con los vaivenes y amarguras de la política nacional que con las mafias orientales. Sin embargo, en su tortuoso camino deja atrás una docena de cadáveres y un amor trágico que, finalmente, acabarán revelando al vulgar asesino el verdadero significado de su vida.
Narrada con un estilo agilísimo, lleno de humor negro y de la violencia sórdida que se escondía tras la moderna fachada del México de los sesenta, El Complot Mongol es considerada una de las piezas clave en la novela negra mexicana.
Debo reconocer que al principio me costó un poco de trabajo engancharme ya que lo sentí un poco extraño, no sé, como que la narración no la sentía, aunque debo decir que la voz interna de Filiberto te hará soltar alguna risa con la frescura que se expresa (esa que nos habla y nos dice: pero qué demonios te pasa, acaso eres…), y quizá por ese detlle es que continué con la lectura, porque al principio a pesar de ser corta, creí que sería muy densa.
Al tener un narrador y a aparte la voz off de Filiberto (que por cierto él se define como: un fabricante en serie de pinches muertos) hace una novela muy entretenida dinámica una vez que superas las primeras páginas (así me sucedió a mi) y al tener dos tipos de narraciones podemos ver la que está sucediendo mientras investiga y lo que está pensando en ese momento.
Conforme fui avanzando en la novela, es que me encontré una historia increíble donde el tema principal por supuesto es una crítica social a la corrupción que se da en la ciudad, en los ámbitos de poder y sociales, donde hace hincapié que los altos mandos para evitar ensuciarse las manos con los trabajos sucios, pues terminan contratando a alguien que solo obedezca ordenes… ¿y que mejor trabajo para Filiberto García que solo obedece ordenes? Su trabajo es investigar un complot que al parecer los pinches chinos están realizando debido a que se acerca una visita presidencial al país y debe encontrar de donde viene el dinero… así que vamos viendo como aprovechando la amistad que tiene en el Barrio Chino, empieza a investigar, consiguiendo que las cosas se vayan complicando hasta tal punto que… y ahora tendrán que leer la novela que en realidad es muy corta y lo leen en un par de tardes para poder saber cómo la trama se va complicando hasta llegar a un final un poco agridulce para mi gusto.
(México, 1915 - berna, 1972) fue poeta, maestro, diplomático, dramaturgo, novelista, cuentista, publicista, historiador y guionista de cine, radio y televisión; su obra de teatro La carta fue la primera que se transmitió en la televisión mexicana, en 1950, a través de XHTV, Canal 4. Colaboró en revistas literarias, como Lectura, Tiras de colores, América y Hojas de poesía. Fue corresponsal de los periódicos Excélsior y Novedades durante la Segunda Guerra Mundial. De Europa pasó a Hollywood, donde escribió guiones para cine. Fue singular devoto del mar y los corsarios que no navegaban. Uno de sus grandes proyectos fue la sistematización sobre la historia del océano Pacífico, que culminó en su obra magna El gran océano. Trabajó en el servicio diplomático, en las embajadas de México en Honduras, Filipinas, Perú y Suiza, donde murió en 1972.