Además ella nos dará los primeros brotes de felicidad en ese jardín que hemos decidido cultivar, para ello solo tenemos que potenciar nuestra emoción positiva, siguiendo a Seligman. Esa emoción positiva conformada por la felicidad como elemento principal, así si somos capaces de comenzar a generar felicidad, a sentirnos en definitiva felices estamos comenzando los pasos para forjar un buen bienestar. Para ello has consciente el día a día, aprécialo, vívelo disfrutando de los momentos como si fueran únicos. Ríe, practica deporte, da paseos al aire libre, aprovecha los momentos y sácale partido a tu vida. Pero no te quedes solo en ese momento del crecimiento personal, ya que te centrarías en lo superficial. Es fantástico, si pero al final, solo estarías apostando por una aportación subjetiva de la emoción positiva, de la felicidad.
Para ello es importante encontrar en nuestra vida elementos que potencien la entrega, hobbies que te ayuden a fluir, tareas y trabajos que te permitan poner todos tus sentidos y hacer que el tiempo se transforme y se casi imperceptible, y que tu mente fluya con las ideas y genere creaciones originales. La sensación que experimentarás a posteriori, te dirá que has disfrutado y que has sido feliz, y esa sensación generará emociones positivas.
Pero aún ve más allá busca sentido a tu vida, has cosas que te identifiquen, vuélcate en actividades que de sentido a cada segundo que vivas, identifícate con unos ideales o lleva los tuyos a la práctica, potencia tu espiritualidad si así lo deseas; pero rodea de sentido todo ese mundo en el que te mueves.Pero no solo de sentido, rodéate de amistades positivas, te pareja, y únete a grupos, con los que puedas compartir todas estas experiencias, con el tiempo verás que tu bienestar será estable, habrá aumentado tu satisfacción con la vida y te considerarás feliz.
Jose J. RiveroPsicólogoCoach PersonalMediador Familiar.Miembro de la Sociedad Española de Psicología Positiva.