Hoy es el cumpleaños del Niño. Para que no me pasara lo que el año anterior ¿recuerdan? Pues me propuse organizar todo con tiempo. Tarta, regalo etc.
La criatura llega casi a la doce y media de la noche de Madrid. Le quedan muy pocos días para el examen y anda estudiando como un jabato así que cuando lo veo anoche, formalmente ya es su cumpleaños.
Llega cansado pero expectante, así que me dice que como ya es técnicamente su cumple que si puede abrir su regalo. Cuando le pregunté si quería algo en especial dijo que nada, que no tenía caprichos que yo pudiera satisfacer. Yo guardé un prudente silencio ante eso, no fuera a ser que yo me imaginara cosas raras y por preguntar me pidiera un coche nuevo.
Le doy el regalo que le he comprado días atrás y me voy a ponerle la cena.
-¿Si me porto bien, para navidad me regalas la otra mitad?
Me giro y me lo encuentro con cara de alucinado con su regalo en la mano.
-¿Qué pasa?
-No sé, lo has comprado tú.
Me acerco y me encuentro con esto:
-¡Pero que le has hecho!
-A ver madre, yo no le he hecho nada son así. Has comprado una especie de “medio cascos”
-¡No, no! Yo le dije claramente al chico que me atendió que quería unos cascos para ordenador, que fueran compatibles con videoconsolas, que eran para jugar. Que se te habían roto los que tenías y que necesitabas otros.
-Mmmm bueno, técnicamente se puede jugar con ellos; el problema surge cuando los tiros te vienen del lado del que no tienes auricular. Hombre, siempre puedes decirle a los colegas de tu equipo algo como “¡cubridme del lado izquierdo que a mi madre le vendieron unos cascos que solo tienen el auricular derecho y son estéreo, flipas!
El Niño se está descojonando de risa y no deja de mirar el artilugio. Yo empiezo a tener un sentimiento de culpa terrible hasta que caigo en la cuenta, ¡No soy yo la que está fatal!
No sé ahora, pero de toda la vida de Dios los cascos han tenido DOS auriculares, uno para cada oreja.
A ver señores fabricantes de cascos para jugadores, ¿qué sentido tiene dejar sordo de un oído al vicioso que se tira el 90% de su tiempo libre pegando tiros? ¿No sería más lógico dejarlo sordo del todo, para que nosotras las madres podamos estar el resto de nuestra vida haciendo eso tan gratificante que es decirle “¡Te lo dije!”?
¿Cuántos clientes creen ustedes que van a consumir este producto? Porque yo aparte de Van Gogh que ya no los puede utilizar y el nieto de Paul Getty al que secuestraron y le mandaron la oreja del niño en una caja al abuelo para que pagara el rescate (rescate que por cierto no pagó y tuvieron que soltar al chaval porque corrían el riesgo de tenerse que quedar con él y mantenerlo) no creo que haya muchos más.
Bueno puede que tres ó cuatro madres de frikis que, por no ponerse las gafas, se dejen aconsejar con un intrépido dependiente tecnológico al que le pondré las pilas mañana cuando vaya a cambiarlos.
-El caso es que tienen buena pinta, si llegan a estar completos yo creo que serían la leche…